Las buenas previsiones en cuanto a capturas de trucha se hicieron realidad en los cotos gallegos a pesar de los problemas con la reducción de licencias.
La temporada de pesca de la trucha dio su pistoletazo de salida con excelente tiempo y no exenta de polémica por el nuevo convenio publicado por la Administración y que limita de forma considerable el número de permisos que pueden ser tramitados para la práctica de este deporte en los abundantes cotos gallegos.
Sin apenas tiempo para negociar (la notificación del nuevo convenio fue el pasado lunes) los presidentes de la mayor parte de los cotos gallegos redactaron un escrito en el que expresan su malestar y desaprobación a la nueva norma y solicitan cambios.
El presidente de la sociedad deportiva de pesca Arenteiro de Carballiño, Alfonso Carballeira, expresó su frustración por el acuerdo. "Colleunos por sorpresa, sen marxe de negociación e certamente estamos moi disgustados polos nosos socios. No noso caso particular descendeu de 71 a 31 cañas, unha barbaridade. Temos que buscar unha solución", destacó.
Con respecto al primer día de práctica de la pesca, y al margen de la polémica, la jornada se desarrolló sin incidencias y con las dificultades habituales que existen al llevar los ríos gallegos tanta agua y encontrarse el curso tan limpio. Aun así, la mayor parte de los pescadores de la provincia volvieron a casa con un buen número de capturas, llegando incluso en muchos casos al tope de diez ejemplares permitido.
La temporada de pesca de la trucha continuará abierta hasta el próximo día 31 de julio en los cotos de la comunidad gallega.
