Director general de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas

Alejandro Landaluce: ‘Las empresas náuticas generan 114.000 empleos’

La náutica de recreo está sufriendo duramente el golpe del descenso del consumo y sus matriculaciones han caído ya en el primer trimestre del año un 50%. Así que el sector, que genera 114.000 empleos, ha puesto sobre la mesa del Gobierno una serie de medidas para salir de la crisis y, sobre todo, estar preparados para el nuevo ciclo.
En los tres primeros meses de 2009 sólo se han matriculado en España 1.172 embarcaciones de recreo, mientras que el año anterior en la misma época eran 2.343, una caída del 50% ante el retroceso de la demanda. Galicia tiene una relevante cuota de mercado en el sector y Pontevedra, con un 4,4%, desciende un 21% y A Coruña, con un 4,3%, cae un 42%. ANEN es la asociación que aglutina al sector, tanto importadores, como fabricantes (astilleros), así como la industria auxiliar, electrónica, escuelas o puertos deportivos, engloba a la gran mayoría del sector de la náutica de recreo.

Las matriculaciones están en caída libre. ¿Cómo son las perspectivas?

Cuando hablamos de un 50% de caída en matriculaciones trasladado a las ventas es mucho más, porque la matrícula de un barco tarda unos tres meses, con lo cual en ventas actuales estaríamos hablando del 60 o 70%. Así que la situación es alarmante y dura. La mayoría de empresas de astilleros están con expedientes de regulación y también los importadores están sufriendo esta gran caída de la demanda. En cuanto al futuro, no somos una locomotora que tire de la economía, sino que el ocio en general crece cuando las necesidades primarias están cubiertas. Las familias ahora mismo están gastando menos en comer, pues imagínate en disfrutar del ocio. Así que mientras no cambie el signo de la economía en general será difícil que esto se recupere.

¿Qué medidas se pueden poner en marcha para el sector y su empleo?

Hay que recordar que el sector genera 114.000 empleos en España y 5.500 millones de euros de valor añadido bruto. Nosotros hemos pedido a la Administración una serie de medidas, unas a corto y otras a medio y largo plazo, que sirvan para salir de aquí y sobre todo que, cuando pase la crisis, estemos en condiciones de competir en Europa. Una primera sería adecuar nuestra situación fiscal a Europa, porque tenemos el peor tratamiento fiscal. En náutica de recreo, además del 16% del IVA que tiene todo el mundo, también el 12% del impuesto de matriculación. Consideramos que si realizamos ahora una suspensión de este impuesto se activaría la demanda, porque los clientes verían un beneficio en comprar ahora. Y no hay que pensar en el beneficio de la persona que compre un barco, sino en que mueve la rueda del tejido industrial, que luego cuesta mucho volver a generarlo. Un barco tiene barandillas, cristales, maderas o poliéster que son industrias auxiliares muy especializadas y recuperarlas luego es muy difícil. Tam bién solicitamos un plan de reindustrialización, porque entendemos que han cambiado las normas de juego y el sector tiene que analizar el camino y ponernos todos a tirar del barco. También hemos solicitado ayudas, pero nos han dado muy pocas expectativas. Además de todo esto, el problema común a todos los sectores, que es la financiación, así que pedimos que el dinero del ICO llegue a las empresas.

¿Se mantendría esta caída del 50% en el cierre de este año de no tomar medidas?

Podría ir incluso a peor. Estamos en una economía global y ahora hay cuatro millones de parados, que si siguen creciendo se verá afectado el consumo de las familias y, por tanto, las empresas. Si no conseguimos reactivar el sector con ayudas las cifras serán peores.

Hablamos del mercado español, pero ¿cómo están los mercados internacionales?

Han caído menos y las empresas que venden fuera están capeando mejor el temporal. Hay empresas que gracias a contratos en África, Francia o Italia están consiguiendo mantener mejor el tipo, pero todas las empresas están sufriendo caídas muy grandes.

¿Qué tipo de producto capea mejor el temporal?

Las lanchas semirrígidas han sufrido menos. Es un barco más económico y también se ha visto que en diferentes nichos de mercado han funcionado mejor.

En la época de bonanza este tipo de sectores ligados al ocio y al consumo han crecido mucho, pero hacia donde vamos todos tendrán un ajuste. ¿Cuánto costará el ajuste en este sector?

Va a depender mucho de la situación global, pero también de la actuación de la Administración. Está claro que es un sector con un gran poten cial de crecimiento, porque en otros países, como Francia o Italia, la náutica de recreo tiene un número de empleos muy superior a los nuestros. Por ejemplo Italia son 670.000 empleos y en Francia 350.000 mientras que en España son sólo 114.000. Además, nosotros tenemos mucha costa, un clima muy bueno e infraestructura turística, el potencial es muy grande. Por eso cuando la economía iba bien el sector estaba creciendo por encima de la media. Ahora o se actúa de forma valiente y decidida o este va a sufrir mucho, muchas empresas cerrarán y el tejido industrial se verá muy debilitado. Esto ocurrió en Cataluña en la anterior crisis. Era la zona de España con mayor número de astilleros y con la crisis la mayoría desaparecieron, lo que propició la entrada de empresas extranjeras. O actuamos de forma decidida para proteger el tejido o cuando pase la crisis va a ser un caldo de cultivo para el desembarco de empresas extranjeras.

¿Cuál es la principal debilidad del sector?

Un grave problema es el tamaño de las empresas. Estamos muy atomizados. A nivel europeo es difícil competir así porque las empresas son más grandes. Creo que una de las soluciones del plan de reindustrialización tendrá que ver con las fusiones.

¿Y cuáles las fortalezas para competir?

La industria náutica también incluye las empresas que arreglan los barcos de la gente que viene o las de alquileres. Así que si atraes turismo náutico puedes propiciar que se construyan más barcos, está muy relacionado con el turismo. En Noruega hay un barco cada 7 personas y en España cada 220. Cuando las empresas europeas analizan el sector español ven el potencial.


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