Presentará en los próximos meses una fórmula que permita la coexistencia entre salario y pensión

Báñez plantea incentivar al que retrase la edad de jubilación

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, a su llegada a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. (Foto: ESTEBAN COBO)
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, apostó ayer por la aplicación de 'incentivos sociales, fiscales y laborales' para aquellas personas que decidan prolongar la vida activa y retrasar su jubilación más allá de la edad legal. 'El esfuerzo tiene que ser premiado', enfatizó en la inauguración de un seminario en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en el que abogó por 'recompensar' a quien prorrogue su actividad.
En el encuentro, en el que se debatió sobre envejecimiento activo y prolongación de la vida laboral, Báñez subrayó la necesidad de un nuevo marco acorde a la realidad demográfica y las necesidades del país y, en esta línea, abogó por fomentar la continuidad en el trabajo activo. Para ello, además de incentivos, defendió mecanismos que permitan la 'coexistencia' de salario y pensión para aquellas personas que decidan mantenerse activas el mayor tiempo posible.

La ministra, reiteró el compromiso de su departamento de presentar en los 'próximos meses' una nueva formulación de la compatibilidad entre salario y pensión que favorezca una mayor 'flexibilidad y gradualidad en la transición a la jubilación'.

En ese nuevo modelo, señaló que el contrato indefinido a tiempo parcial está 'llamado a ser protagonista', porque 'puede y debe jugar un papel fundamental', intentando facilitar a las empresas su uso y aumentando al tiempo la protección social a los trabajadores que se acojan a él.

Tras dejar claro que estas propuestas se hacen 'desde la garantía más absoluta de los derechos de jubilación' y para quienes decidan acogerse 'de forma voluntaria', Báñez insistió en la importancia de fomentar un nuevo modelo que 'dé respuesta a los retos demográficos'.

A su juicio, 'es esencial establecer cuanto antes un marco más equilibrado' con el desafío del envejecimiento poblacional y con las necesidades del país, en el que el gasto bruto en pensiones va a crecer 3,6 puntos en los próximos 50 años, hasta alcanzar en 2060 un 13,7 por ciento del PIB (10,1% en 2010).

Báñez recordó que la edad real de jubilación en España se sitúa en 63,87 años, 'muy lejos' de la edad legal. En 2011, el 40,5% de las jubilaciones fueron anticipadas y la tasa de trabajadores que siguió activo superada la edad legal fue solo del 0,42 %. 'Algo debemos de estar haciendo mal', dijo Báñez, que apostó por 'combatir la discriminación por edad' y por restringir 'al máximo' el abandono anticipado de la actividad.

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