El nuevo plan de pago de proveedores contará con una dotación final de 8.200 millones, frente a los casi 20.000 millones previstos inicialmente, y dará prioridad a empresas relacionadas con la Sanidad y la Educación, pero sin dejar fuera a los proveedores de obras, servicios, suministros, concesión de obras y gestión de servicios públicos.
La ejecución del plan se articulará en dos fases para dar prioridad a los proveedores de servicios básicos, es decir, a empresas relacionadas con la Sanidad y la Educación. En una segunda fase se atenderá a las necesidades de liquidez de los proveedores de obras y servicios.
Con este plan, el Gobierno pretende poner el contador de la deuda comercial a cero con carácter previo a la implantación de la factura electrónica, el registro contable y el periodo de medios de pagos.
Las necesidades de financiación del fondo de pago a proveedores serán absorbidas mediante operaciones de deuda del propio fondo, lo que podrá incluir operaciones de endeudamiento del Tesoro.
Con este plan, el Gobierno pretende poner el contador de la deuda comercial a cero con carácter previo a la implantación de la factura electrónica, el registro contable y el periodo de medios de pagos.
Las necesidades de financiación del fondo de pago a proveedores serán absorbidas mediante operaciones de deuda del propio fondo, lo que podrá incluir operaciones de endeudamiento del Tesoro.