El sector creció hasta un 0,4% en los primeros meses sobre el mismo periodo del año anterior
El superávit del sector turístico y de viajes suma 4.249 millones de euros en los dos primeros meses del año en nuestro país, lo que supone un 0,4% más con respecto al mismo periodo del año 2018, según se desprende de los datos de la balanza de pagos del Banco de España.
Este resultado es consecuencia de unos ingresos de 7.135 millones de euros de enero a febrero, lo que supone un aumento del 3,6%, es decir 247 millones de euros más, derivados del gasto turístico extranjero que revierte a España, y de unos pagos de los españoles al exterior de 2.886 millones de euros, un 8,6% más.
En concreto, el superávit turístico arrancó este año con una caída del 1,9% en enero pero creció un 3,4% en febrero hasta los 1.926 millones de euros, tras sumar unos ingresos de 3.350 millones de euros, un 4,2% más frente a febrero de 2018, y unos pagos de 1.424 millones, un 5,2% más.
España superó los 8,6 millones de turistas internacionales en los dos primeros meses del año, lo que supone un aumento del 3% con respecto al mismo periodo de 2018, según los datos provisionales de la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur), que gastaron 9.357 millones de euros, un 3,3% más, según Egatur.
Pero hay que tener en cuenta que los ingresos por turismo se refieren al gasto de los turistas internacionales que revierte a España y no incluyen, por tanto, el gasto realizado en el origen, por ello difiere al dato del gasto contabilizado por la encuesta Egatur.
Previsiones
El gasto medio por turista se sitúa en 1.066 euros, con un descenso anual del 0,6%. Por su parte, el gasto medio diario creció un 5%, hasta 148 euros. Cayeron un 7,4% los turistas de larga estancia y crecieron un 8,3% el número de excursionistas hasta febrero.
En cuanto a la evolución en los próximos meses, España recibirá casi 30,5 millones de turistas internacionales en el periodo acumulado de marzo a junio, lo que supone un incremento del 5,7% con respecto al mismo periodo de 2018, con un gasto que se incrementará un 5,6% superando los 31.000 millones de euros.
Según las previsiones del Informe de Prospectiva Trimestral del segundo trimestre elaborado por Turespaña, las pernoctaciones hoteleras muestran un tono mucho más moderado que roza la estabilidad (+0,8%). Por mercados, Reino Unido y Suiza muestran considerables avances en el gasto (+4,3% y +8,9% respectivamente), pero el flujo de turistas (+0,2% y +1,2%) y las pernoctaciones hoteleras (+0,9% y +0,2%) registran leves crecimientos mostrando un menor ritmo de crecimiento.
Un sector estratégico en empleo y cifra de negocio
Los datos que se han venido divulgando en estos días no hacen más que apuntalar la importancia del sector en la economía española y el empuje que supone para el Producto Interior Bruto (PIB). Sin embargo, aún así, hay variables estacionales que condicionan su crecimiento lineal.
Por ejemplo, el año pasado, el sector turístico y de viajes registró un superávit de 40.455 millones de euros, lo que supuso una contracción del 0,3% en un ejercicio en el que el turismo sufrió un frenazo al crecer por primera vez en una década menos que el PIB.
No se producía una caída del saldo turístico desde el año 2015 (cuando también cayó un 0,3%, tras las subidas del 9% en 2017 y del 5,3% en 2016).
Pese a todo, la actividad turística en España cerró el ejercicio pasado con un aumento del 2%. Con esos indicadores positivos lo que hace el sector es encadenar nueve años consecutivos de crecimiento sostenido. De esta forma se consigue superar de nuevo la psicológica barrera de los 60.000 millones de euros en ingresos por turismo. Exactamente fueron 62.498 millones de euros, lo que, traducido a incrementos porcentuales se refleja en un aumento del 3,7% por la demanda extranjera.
Partiendo de estos datos, el sector se sigue revelando como una de las actividades más pujantes desde el punto de vista socioeconómico. Directamente relacionado con el volumen de negocio de sus empresas encontramos una gran capacidad de generación de empleo, aunque sujeta a una gran estacionalidad en sus contratos.
