El área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras incorporó oficialmente a sus nuevos médicos internos residentes (MIR) y enfermeros internos residentes (EIR), que pasarán entre dos y cinco años, dependiendo de la especialidad elegida, en las distintas ramas de la sanidad ourensana.
Pese a que esta incorporación venía precedida de una elección de plazas donde Ourense tardó en ser escogido como destino y 12 vacantes de Medicina Familiar quedaron finalmente desiertas, el área sanitaria continúa mejorando sus cifras de incorporación de estos jóvenes sanitarios, llegando este 2024 once residentes más que el año pasado; un total de 57 caras nuevas pertenecientes a 5 disciplinas: Medicina, Enfermería, Farmacia, Psicología y Biología. De estos, 40 serán mujeres, lo que supone el 70% de la promoción recién llegada.
Aún con muchas plazas vacantes, un buen número de residentes acabaron llegando a Medicina Familiar: 16 personas, de las cuales 9 son personal médico y 7 de enfermería; que ayer escogían los centros de salud donde harán su estancia. Ya dentro del CHUO, el área de Salud Mental es el destino favorito. Una docena de incorporaciones se reparten entre Psicología Clínica (3), Psiquiatría (3) y personal de enfermería (6). Habrá también un nuevo residente en la Farmacia Hospitalaria, y 3 más en Pediatría, una de las disciplinas que más acusa la falta de relevo generacional. Y por primera vez dentro de las especializaciones ourensanas, una residente se formará en Dermatología, casualmente fue también la primera que escogió plaza para venir a Ourense. Cada uno de estos residentes contarán, a su vez, con un tutor que les asistirá durante su estancia en nuestros centros.
Cuestión de vocaciones
El gerente del área sanitaria, Félix Rubial, aprovechó esta llegada para reflexionar sobre las dificultades en Medicina Familiar. Según su opinión “é unha mágoa, porque cremos que en Ourense temos unha capacidade docente en Atención Primaria extraordinaria, somos un dos eixos de España en medicina rural. Pero nestes momentos parece pouco atractivo para as novas xeracións e hai que seguir buscando estratexias para que deixe de ser así”, antes de añadir que “é a especialidade máis importante que temos na asistencia sanitaria”.
Rubial cree que se trata de una cuestión de vocaciones y de lograr transmitir el valor del trato diario con el paciente. Una perspectiva que también abordaba la doctora Sandra Pardo, que ejercerá como jefa de estudios en el ámbito de la Medicina Familiar y Comunitaria. Desde su óptica “a mis residentes siempre les digo que son directores de una orquesta sinfónica. Sin ellos solo hay partes, no un todo. La falta de personal es un tema multifactorial, y de prioridades y preferencias de los jóvenes. Podríamos hablar de falta de equilibrio entre oferta y demanda. A los residentes no les resulta tan atractiva la especialidad, y quizá la administración debería hacer más atractiva la disciplina”. Acerca de cómo podría hacerse esto, reconocía que “no tengo soluciones mágicas, pero creo que cuando las administraciones quieren conseguir algo, lo acaban consiguiendo”.
