Análisis: Hay que dejar gobernar a alguien

Un tuit de Jordi Sevilla pidiendo dejar gobernar a la lista más votada antes de unas terceras elecciones, protagonista de la jornada. El PP pide al PSOE coherencia, mientras Podemos ve una capitulación socialista en favor de la gran coalición

Hay que tener cuidado con los tuits, que los carga el diablo. Esta admonición debe estar corroyendo durante todo el día al exministro Jordi Sevilla, protagonista involuntario de la jornada electoral después de una reflexión sobre cómo evitar que haya unas terceras elecciones.

Sevilla, que hace unos años abandonó su cuenta en Twitter durante meses en desacuerdo por cómo se interpretaban algunos de sus mensajes, escribió esta mañana que, tras las elecciones del 26 de junio y para impedir unos terceros comicios, se debe dejar gobernar a quien consiga más respaldo parlamentario.

Una obviedad, a primera vista. Pero desde Podemos se han apresurado a ver detrás de esas palabras una capitulación socialista en favor de la gran coalición con el PP, y desde el Partido Popular se ha emplazado al PSOE a ser coherente y dejar que gobierne el más votado.

Tanto ruido se ha armado que Sevilla se ha visto obligado a apostillar en otro tuit: "No tengo duda de que tras el 26J, igual que pasó tras el 20D, Pedro Sánchez será el candidato que conseguirá mayor apoyo parlamentario", en alusión al pacto con Ciudadanos de la minilegislatura pasada.

Esa es también la premisa de la que parte el propio Sánchez, que desde Málaga se ha mostrado convencido de que nadie querrá pactar con el PP tras el 26J y de que tendrán que entenderse las "fuerzas del cambio", denominación en la que incluye al PSOE, a Ciudadanos y a Podemos.

Consciente, sin embargo, del panorama que dibujan las encuestas, ha animado a quien quiera "decir no" a Rajoy a que "diga sí" al PSOE.

Antes de participar en un acto electoral en Zaragoza, el candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, ha insistido en su mantra de que lo más democrático es que se deje gobernar a quien los españoles "le den más votos".

Su número dos por Madrid, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha arrimado el ascua a su sardina y ha subrayado que las palabras de Jordi Sevilla están "muy puestas en razón" porque, a su juicio, lo más sensato, atinado y respetuoso con la voluntad de las urnas es que se deje gobernar a la lista más votada.

Desde Podemos se han aprestado a pedir explicaciones a Sevilla su secretario de Organización, Pablo Echenique, y la jefa de campaña, Irene Montero, que quieren saber si esos apoyos parlamentarios serían para formar un gobierno de progreso o la gran coalición.

Su jefe, Pablo Iglesias, que se ha ido a Almería a respaldar al exJemad Julio Rodríguez, ha dicho que "por encima de los rencores y las palabras de cualquier partido político" está lograr un gobierno de progreso, para lo que a partir del 26J mantendrá, ha dicho, la mano tendida al PSOE.

Eso no ha evitado que haya retado a Sánchez a tener "agallas" para decir a sus votantes si está dispuesto a permitir que siga Rajoy. "Algunos empiezan a buscar excusas" para "preferir un Gobierno de Rajoy antes de permitir que Podemos esté en el Gobierno", ha avisado.

Y ojo, porque el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha querido dejar claro que nadie puede dar por hecho que se reeditará el pacto con el PSOE tras el 26J porque C`s va a poner el contador a cero, y ha insistido además en que los socialistas tienen que aclararse y decidir si están del lado de los constitucionalistas o del populismo.

Más presión para el PSOE, a cuyo líder, después de ser "azotado" por la rama de un árbol tras su intervención en el debate a cuatro del lunes, sigue sin sonreírle la suerte.

Hoy perdido hasta al dominó. Eso sí, ha sido contra tres jubilados en un centro de la tercera edad de Benalmádena, así es que cierta disculpa tiene.

Otro protagonista involuntario de esta jornada ha sido el jefe de campaña de Rajoy, Jorge Moragas, por bautizar el pacto PSOE-C`s como "operación alicates" y por acusar a Rivera de manipular.

Rivera dijo anoche en El Hormiguero que Moragas llevó en su coche oficial -es también jefe de gabinete del presidente del Gobierno- a Irene Montero tras una de las reuniones preparatorias del debate a cuatro del pasado lunes, en el Ifema.

Al parecer, Montero se fue con el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, y no con Moragas, por lo que éste ve una "manipulación interesada" en Rivera que no sabe si atribuir a un "estilo infantil" o a un "cotilleo de baja estofa y sin ninguna eficacia".

Quizás le gustara más a Moragas otra de las intervenciones de Rivera en el mismo programa televisivo, cuando escogió a Rajoy como socio si tuviera que montar un negocio. ¿Premonitorio?

Te puede interesar