Los Cercanías de Barcelona comienzan a recuperar parcialmente la normalidad

La línea C-2 sur de Cercanías de Renfe, cortada desde el 20 de octubre, ha entrado parcialmente en servicio hoy con una media de 4.500 plazas disponibles por hora y sentido en hora punta --de 7 a 9 horas-- para abastecer al 57% de la demanda diaria de esta línea.

Unos 47.000 pasajeros se van a ver beneficiados con este plan de transporte, que reducirá el tiempo de trayecto hasta Barcelona en 20 minutos respecto a las conexiones en autobús. Las líneas C-7 y C-10 mantendrán el mismo servicio que hasta ahora.

El nuevo plan de transporte está dividido en dos partes. Una de ellas afecta a las estaciones de Vilanova i la Geltrú, Sitges, Garraf, Platja de Castelldefels y Castelldefels, cuyos trenes circularán hasta Bellvitge, desde donde --tras una parada de dos a cuatro minutos-- seguirán su recorrido habitual entre Barcelona y Granollers/Sant Celoni.

Las frecuencias serán de tres trenes de dos pisos y doble configuración (con dos máquinas) por hora y sentido en hora punta; y dos convoyes de doble configuración el resto del día. Estos trenes no pararán en las estaciones de Gavà, Viladecans y El Prat de Llobregat.

La segunda parte de este plan de transporte afecta a las estaciones entre Sant Vicenç de Calders y Gavà, que dispondrán de trenes con una frecuencia de 20 minutos hasta las 9 horas, y de media hora el resto del día, y que pararán en todas las estaciones.

Los usuarios de esta opción dispondrán de un servicio de autobuses directos que conectarán Gavà con la plaza Espanya de Barcelona, siguiendo el mismo recorrido que el plan alternativo de transporte que los viajeros han estado usando desde el 20 de octubre.

Se mantiene la ruta en autobuses

El resto del plan alternativo activo desde el día 20 también se mantendrá, es decir, los autobuses que conectan las estaciones de Bellvitge, El Prat de Llobregat, Viladecans y Gavà con Barcelona, y el servicio del Metro de Barcelona de la línea 1 que une Bellvitge con la capital catalana.

El director de Cercanías de Barcelona, Miguel Àngel Remacha, explicó durante la presentación de este plan de transporte que, con este configuración, los viajeros de las estaciones de Vilanova i la Geltrú, Sitges, Garraf, Platja de Castelldefels y Castelldefels -que concentran el 51% de la demanda de la línea y a la que hay que sumar el 6% de la ocupación que genera Bellvitge- tienen dos opciones: coger los trenes que van directos a Barcelona, o los que paran en Gavà y enlazar en esta estación con el servicio de autobuses que conecta con la plaza Espanya de Barcelona.

Remacha señaló que las dos opciones tienen sus 'ventajas e inconvenientes'. Los usuarios que quieran ir directos a Barcelona se ahorrarán 20 minutos de trayecto respecto a los autobuses, pero los convoyes irán más llenos y por tanto tendrán menos posibilidades de ir sentados, mientras que los que cojan los autobuses en Gavà, necesitarán más tiempo para llegar a la capital catalana, pero en cambio tendrán más probabilidades de viajar sentados.

Para minimizar las probabilidades de incidencias en los tres kilómetros de vía única que se han recuperado con la entrada en servicio de la vía 1 de la estación de Bellvitge, Adif ha dispuesto brigadas permanentes de personal técnico de infraestructura de vía, seguridad y comunicaciones, y electrificación. Además, ha instalado dos vagonetas: una en El Prat de Llobregat y otra en L'Hospitalet.

Renfe se ha comprometido a que todos los trenes que circulen por el tramo en vía única vayan acompañados por técnicos de mantenimiento de trenes, y ha garantizado que mantendrá el dispositivo actual de autobuses, tanto para garantizar el transporte en las estaciones sin el servicio ferroviario habitual como para prevenir posibles incidencias.

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