Dos hermanos han sido condenados a 18 años y medio de prisión por detener ilegalmente y asesinar a un hombre tras rociarle con gasolina y prenderlo fuego en Peñíscola (Castellón), así como a indemnizar con 240.00 euros a los familiares de la víctima, de acuerdo con el veredicto emitido por un jurado popular.
El tercer acusado, declarado coautor penalmente responsable de la detención ilegal, deberá cumplir cinco años de prisión, aunque ha sido absuelto del delito de asesinato.
En la sentencia se consideran hechos probados que en la noche del 10 al 11 de julio de 2009 los tres acusados, actuando de común acuerdo entre ellos y contratados a tal efecto por terceras personas, se trasladaron a las inmediaciones del domicilio de la víctima, en Benicarló, esperando hasta que éste llegó al mismo sobre las 0.25 horas.
A continuación lo redujeron a golpes y lo introdujeron contra su voluntad en un vehículo con el que abandonaron el lugar que, en la huida, colisionó contra otro vehículo que se encontraba estacionado. Los acusados procedieron a atar las manos a la víctima a la espalda con unas esposas.
Seguidamente, los hermanos, solos o en compañía de otras personas, procedieron a trasladar a la víctima hasta una zona de monte próxima al antiguo apeadero de Peñíscola y le golpearon, para posteriormente, y hacia las 5.00 horas del 11 de julio, arrojarle al suelo, rociarle con gasolina y prenderle fuego, hasta que el hombre falleció.
El vehículo fue hallado en ignición por agentes de la Guardia Civil sobre las 23.30 horas del día 11 de julio de 2009, entre los puntos kilométricos 1.016 y 1.017 de la N-340.
En la sentencia se consideran hechos probados que en la noche del 10 al 11 de julio de 2009 los tres acusados, actuando de común acuerdo entre ellos y contratados a tal efecto por terceras personas, se trasladaron a las inmediaciones del domicilio de la víctima, en Benicarló, esperando hasta que éste llegó al mismo sobre las 0.25 horas.
A continuación lo redujeron a golpes y lo introdujeron contra su voluntad en un vehículo con el que abandonaron el lugar que, en la huida, colisionó contra otro vehículo que se encontraba estacionado. Los acusados procedieron a atar las manos a la víctima a la espalda con unas esposas.
Seguidamente, los hermanos, solos o en compañía de otras personas, procedieron a trasladar a la víctima hasta una zona de monte próxima al antiguo apeadero de Peñíscola y le golpearon, para posteriormente, y hacia las 5.00 horas del 11 de julio, arrojarle al suelo, rociarle con gasolina y prenderle fuego, hasta que el hombre falleció.
El vehículo fue hallado en ignición por agentes de la Guardia Civil sobre las 23.30 horas del día 11 de julio de 2009, entre los puntos kilométricos 1.016 y 1.017 de la N-340.
