La presión de la carrera judicial para que el presidente del Consejo General del Poder Judicial Carlos Dívar, dimita aumentó horas antes del pleno extraordinario que celebra hoy ese órgano. Según fuentes del Consejo, en los últimos días Dívar fue perdiendo apoyos incluso entre algunos de los vocales del sector 'conservador' del órgano de gobierno de los jueces que siempre respaldaron a su presidente.
Cuestionado por sus viajes a Marbella, Dívar se enfrenta hoy una vez más a la petición de cinco vocales de que abandone su cargo en un momento en el que la presión de la carrera judicial deja un escenario 'abierto' e imprevisible. La situación dió un giro importante, y la propuesta de los vocales progresistas Margarita Robles, Félix Azón, Inmaculada Montalban y Carles Cruz, que insta a Dívar a dimitir y que se debate hoy en el pleno extraordinario del Consejo, ganó adeptos, que comparten que no actuó de acuerdo a los principios de austeridad y transparencia exigibles.
También la vocal Margarita Uría, designada a propuesta del PNV, hizo público su apoyo a la dimisión, y es posible que se le sume el catalán Ramón Camp después de que CiU instara a Dívar a 'mover ficha' a través de su portavoz en el Congreso Josep Antoni Duran i Lleida. Aún con ello, no es seguro que esa petición vaya a conseguir los votos de 12 de los 20 miembros del CGPJ que necesita para salir adelante, pero la postura de las asociaciones judiciales, muy críticas con Dívar, puede pesar en el resultado final.
'PRESIÓN MUY GRANDE'
El hecho de que la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) criticara ya abiertamente la conducta de Dívar supone 'una presión muy grande' para los vocales que forman parte de la misma, mayoritaria en la carrera y de carácter conservador, según las fuentes.
El portavoz de la APM Pablo Llarena confirmó que son conscientes de que la dimisión 'voluntaria' de Dívar sería un 'desahogo', pero también de que existe el riesgo de que pueda debilitar la credibilidad de las instituciones españolas en el extranjero en un momento, dijo, en el que el país ya tiene que afrontar un 'rescate' financiero.
Las otras tres asociaciones reclamaron formalmente la dimisión de Dívar, por la 'crispación y el deterioro que ha causado' entre ellas Jueces para la Democracia (JPD), de la que son miembros Robles, Azón, Montalbán y Cruz, y pidió a los vocales que si no dimite, tomen las medidas oportunas para cesarle.
A estos reproches se unieron 17 jueces decanos que ayer emitieron un comunicado para denunciar que la situación del CGPJ genera sentimientos 'de impotencia, vergüenza y tristeza' y emplazar al órgano de gobierno de los jueces a 'estar a la altura de las circunstancias'.
En el pleno de hoy se debate también la propuesta del vocal José Manuel Gómez Benítez, y que pide su remoción del cargo por el incumplimiento grave de sus deberes, aunque con pocas posibilidades de éxito porque nadie quiere una salida poco digna para el presidente.
Dívar tampoco cuenta ya con el respaldo político que propició su nombramiento, después de que la Mesa del Congreso acordara pedirle que comparezca cuanto antes.
No obstante, algunas fuentes aventuraron que no será hoy, sino el próximo jueves, en un pleno convocado por Dívar para debatir la situación del Consejo y una vez transcurridos los actos del Bicentenario del Supremo, donde se produzca su dimisión.
También la vocal Margarita Uría, designada a propuesta del PNV, hizo público su apoyo a la dimisión, y es posible que se le sume el catalán Ramón Camp después de que CiU instara a Dívar a 'mover ficha' a través de su portavoz en el Congreso Josep Antoni Duran i Lleida. Aún con ello, no es seguro que esa petición vaya a conseguir los votos de 12 de los 20 miembros del CGPJ que necesita para salir adelante, pero la postura de las asociaciones judiciales, muy críticas con Dívar, puede pesar en el resultado final.
'PRESIÓN MUY GRANDE'
El hecho de que la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) criticara ya abiertamente la conducta de Dívar supone 'una presión muy grande' para los vocales que forman parte de la misma, mayoritaria en la carrera y de carácter conservador, según las fuentes.
El portavoz de la APM Pablo Llarena confirmó que son conscientes de que la dimisión 'voluntaria' de Dívar sería un 'desahogo', pero también de que existe el riesgo de que pueda debilitar la credibilidad de las instituciones españolas en el extranjero en un momento, dijo, en el que el país ya tiene que afrontar un 'rescate' financiero.
Las otras tres asociaciones reclamaron formalmente la dimisión de Dívar, por la 'crispación y el deterioro que ha causado' entre ellas Jueces para la Democracia (JPD), de la que son miembros Robles, Azón, Montalbán y Cruz, y pidió a los vocales que si no dimite, tomen las medidas oportunas para cesarle.
A estos reproches se unieron 17 jueces decanos que ayer emitieron un comunicado para denunciar que la situación del CGPJ genera sentimientos 'de impotencia, vergüenza y tristeza' y emplazar al órgano de gobierno de los jueces a 'estar a la altura de las circunstancias'.
En el pleno de hoy se debate también la propuesta del vocal José Manuel Gómez Benítez, y que pide su remoción del cargo por el incumplimiento grave de sus deberes, aunque con pocas posibilidades de éxito porque nadie quiere una salida poco digna para el presidente.
Dívar tampoco cuenta ya con el respaldo político que propició su nombramiento, después de que la Mesa del Congreso acordara pedirle que comparezca cuanto antes.
No obstante, algunas fuentes aventuraron que no será hoy, sino el próximo jueves, en un pleno convocado por Dívar para debatir la situación del Consejo y una vez transcurridos los actos del Bicentenario del Supremo, donde se produzca su dimisión.
