Cuentas y reforma laboral, las piedras en el camino del PSOE

<p> Las vicepresidentas del gobierno, las gallegas Nadia Calviño y Yolanda Díaz. </p>
photo_camera Las vicepresidentas del gobierno, las gallegas Nadia Calviño y Yolanda Díaz.

La disputa entre Díaz y Calviño acentúa la más que evidente crisis interna del Gobierno de coalición

Tras sellar la paz interna en el Congreso de Valencia y alcanzar un acuerdo con el PP para renovar la mayoría de los órganos constitucionales, el PSOE afronta ahora nuevos obstáculos entre sus propios socios de Gobierno y de investidura para sacar adelante dos asuntos claves: la reforma laboral y los presupuestos. Los socialistas celebraron eufóricos su Congreso Federal en Valencia, un cónclave que se convirtió en una fiesta de la unidad en torno a Pedro Sánchez.

Sin embargo, Sánchez no mencionó a sus socios en el discurso de cierre del congreso, donde defendió con pasión la socialdemocracia en línea con su nuevo perfil, más moderado y próximo al centro. En ese discurso verbalizó además su compromiso de poner “punto y final” a la reforma laboral del PP, todavía en vigor, un asunto que días después se convirtió en el origen de una nueva crisis en el seno del Gobierno de coalición.

Y es que justo antes del congreso, las aguas casi siempre revueltas entre PSOE y Podemos habían vuelto a la calma con la firma del acuerdo entre ambos para aprobar los presupuestos generales y la ley de vivienda. Pero poco después, saltaron las alarmas en el PSOE con la petición de Podemos de una nueva reunión de la mesa de seguimiento del acuerdo de Gobierno.

La formación morada quería expresar su malestar por la “injerencia” de la vicepresidenta primera Nadia Calviño (PSOE), en la negociación de la reforma laboral, un asunto que había estado liderando por el Ministerio de Trabajo, del que es titular Yolanda Díaz (Podemos). La retirada del escaño al diputado de Podemos Alberto Rodríguez tras una condena del Supremo sumó más tensión, que llevó a Podemos a anunciar su intención de querellarse contra la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, pero finalmente se limitó a pedir su dimisión.

 
¿hay buena sintonía?

El PSOE trata ahora de reconducir esta nueva crisis, esforzándose en restarle importancia al asegurar que hay “buena sintonía” entre los dos socios de la coalición y que “va a haber Gobierno para acabar la legislatura”. Por el momento, las dos partes alcanzaron un acuerdo sobre la participación del Gobierno en la mesa del diálogo social para la reforma laboral, con presencia de socialistas, como quería el PSOE.

De forma paralela, el PSOE sigue con las negociaciones en el Congreso de los Diputados de los presupuestos, que están siendo más complicadas de lo previsto al no tener garantizado aún el apoyo de ninguno de sus socios de investidura. De hecho, el PNV (que votó a favor de la investidura de Sánchez) y ERC (que se abstuvo) no descartan plantear enmiendas a la totalidad a estas cuentas, cuyo plazo de presentación acaba hoy.

Presidente y vicepresidentas se reúnen sin presencia de medios

La cumbre hispano-portuguesa que se celebró ayer en Trujillo (Cáceres) propicio el encuentro conjunto, sin presencia de medios, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz en medio de la polémica a cuenta de la reforma laboral. Sánchez se ha desplazado con nueve miembros de su Ejecutivo a Trujillo para presidir junto al primer ministro portugués, António Costa, la 32 cumbre bilateral.

Lo habitual en este tipo de cumbres es que haya un primer saludo de los dos jefes de Gobierno mientras cerca de ellos se sitúan sus ministros respectivos y a los que, tras la interpretación de los himnos respectivos, pasan también a saludar uno por uno. Pero en esta ocasión se cambió el protocolo y el encuentro de los dos jefes de Gobierno, así como los honores oficiales, fue en el castillo de Trujillo sin sus ministros, que les esperaban en el Palacio de los Duques de San Carlos, en el centro de la localidad. Hasta allí y tras hacer un breve recorrido por el castillo, se desplazaron después Sánchez y Costa para saludarles, una imagen sin cobertura abierta a los medios y con imágenes oficiales de Moncloa.

Eso impidió que los periodistas pudieran observar en directo la imagen de Calviño y Díaz, por protocolo juntas una al lado de la otra, mientras aguardaban la llegada de los dos jefes de Gobierno. Una imagen esperada un día después de que los socios de la coalición comunicaran que habían llegado a un acuerdo sobre la metodología de trabajo para la reforma laboral.

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