Curso nuevo, ¿libros viejos?

Unicef ha instado a "recuperar" las ayudas y la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha pedido que se alivie la carga económica para las familias

Comienza el curso y vuelve el debate sobre la gratuidad de los libros de texto, este año con más fuerza porque empieza a aplicarse la reforma educativa, las editoriales han renovado los manuales y el dilema es adquirir los nuevos o seguir con los mismos.

En Primaria, la asignatura Conocimiento del Medio se divide en Ciencias de la Naturaleza y Sociales y la Religión tendrá la alternativa obligatoria Valores Sociales y Cívicos.

Los cambios serán mayores al curso siguiente, cuando se inicien en Secundaria.

Asociaciones de padres han avisado de las consecuencias de comprar los libros nuevos para unos presupuestos familiares menguados, con caída de ayudas públicas, y buena parte de las comunidades han recomendado reutilizar, con matices, los anteriores.

Pero el presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele), José Moyano, rechaza, en declaraciones a Efe, que la actualización de los textos sea arbitraria, pues hay una remodelación de todas las asignaturas "en profundidad".

El curso 2012-2013 hubo 600.000 beneficiarios menos de ayudas públicas (-35,5 %) en educación obligatoria, infantil y especial por "reducción" de la dotación de las administraciones para libros, según las estadísticas oficiales.

Unicef ha instado a "recuperar" las ayudas y la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha pedido que se alivie la carga económica para las familias.

El Consejo Escolar del Estado (CEE) ha reclamado la gratuidad y cree que muchos textos pueden seguir siendo útiles.

Los libros tienen una vigencia mínima de cuatro años, que las comunidades han ampliado hasta cinco o seis.

Ahora se ha modificado el currículo, argumenta el presidente de los editores, se han remodelado los bloques de contenido y su distribución por cursos, se han introducido nuevos estándares de aprendizaje y criterios de evaluación.

Los equipos docentes tendrán que decidir, señala, entre continuar con recursos didácticos "obsoletos" o renovarlos.

La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, se mostró en julio sensible con las dificultades familiares y apuntó que las comunidades van a disponer de "muchas herramientas complementarias", como una plataforma digital, si entienden que este año no es necesario un cambio de libros.

Según la ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), el Ministerio promoverá el préstamo gratuito en centros públicos y concertados de acuerdo con las comunidades.

Los nuevos libros de primero, tercero y quinto de Primaria, donde comienza la reforma, supondrían un desembolso de más de 200 millones de euros, calcula la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa).

Pero los editores niegan que los libros -su precio sube el 0,8 % de media este curso- representen el desembolso escolar mayor de las familias, ya que no suponen "nada" en las comunidades con sistema de gratuidad y no tanto en las que conceden ayudas.

A veces las asociaciones de padres negocian la adquisición con las editoriales directamente para conseguir descuentos o recurren a gestores de intermediación, aunque con ciertas obligaciones fiscales, explica José María Lucía, uno de los fundadores de la plataforma Educandoo.

Las familias también acuden al intercambio o la segunda mano en canales públicos, librerías o mercadillos entre particulares.

Hace un mes, el consejero de Castilla y León, Juan José Mateos, recomendó que se aprovechen los libros y se renueven poco a poco, pues la polémica tiene más que ver con "intereses" económicos de la edición, dijo, que con los de la comunidad escolar.

El presidente de Anele piensa que son declaraciones "poco afortunadas" y las relaciona con el descenso de las transferencias ministeriales a las comunidades para libros (-40 % en un año).

Aragón ha aconsejado a los centros (son los que deciden los libros) que no los cambien por la situación económica y dado que considera que el contenido es el mismo, aunque ahora con diferentes presentaciones.

También la Generalitat valenciana ha instado a reutilizarlos siempre que respeten el currículo fijado por la Consejería de Educación para cada área.

Madrid otorga autonomía a los colegios para decidir porque cree que los de cursos anteriores siguen valiendo, aunque con límites ya que Conocimiento del Medio se desdobla.

La Junta de Extremadura, por su parte, ha garantizado la renovación de aquellos que cambien a causa de la Lomce, según decidan los centros.

"Con el sistema que tiene Andalucía -asegura Moyano- es imposible poner libros nuevos porque está todo sometido al programa de gratuidad que controlan (las autoridades educativas) mediante el registro" de referencias.

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