Los animales eran hiperestimulados mediante diferentes soluciones inyectadas y enfrentados, en ocasiones, hasta la muerte

Desmantelan en Castellón una casa de apuestas ilegales que organizaba peleas de gallos dopados

A los gallos, en ocasiones, se les amputaba la cresta o se les implantaban espolones de acero o hueso, como los de la imagen. (Foto: EFE)
Agentes de la Policía Nacional detuvieron este miércoles a 16 personas vinculadas a una casa de apuestas ilegales en Castellón. En esta vivienda se orquestaban multitudinarias timbas con peleas de gallos, a los que enfrentaban, en ocasiones, hasta la muerte y a los que dopaban mediante diferentes soluciones inyectadas. Estas peleas ocurrían en el interior de una nave que contaba con una importante infraestructura con galleras, fichas de apuestas, así como un recinto rehabilitado para celebrar los combates a los que podían asistir hasta cien personas.
Además de los arrestados, durante la operación, en la que participaron una treintena de agentes, unas 85 personas fueron propuestas para recibir sanción administrativa por apostar ilegalmente. Todas ellas se encontraban en el local, viendo un pelea y apostando, en el momento de las detenciones. De hecho, los agentes desplegaron un potente dispositivo tras conocer que era inminente la celebración de una sesión de combate a la que asistiría un numeroso público. Mediante esta operación se detuvo a los 16 implicados y se detuvo la pelea.

Según explicaron los agentes, los combates se realizaban en espacios cerrados y acondicionados al efecto y en ellos se tomaba parte mediante la apuesta de importantes cantidades de dinero. Estas apuestas provenían tanto de los dueños de los animales, como de los espectadores --que llegaban a Castellón de diferentes puntos del país--, hasta de los organizadores.

GALLOS DOPADO

En este tipo de contiendas clandestinas los animales son enfrentados uno contra uno durante un tiempo establecido en un ring fabricado especialmente para ello y en el interior del denominado ‘tentadero’. El ambiente condiciona intensamente a los gallos y provoca una gran agresividad entre ellos, lo que conlleva graves heridas o la muerte del animal perdedor. En este caso, concretamente, los organizadores hiperestimulaban a los gallos mediante diferentes soluciones inyectadas y enfrentándolos, en ocasiones, hasta la muerte. Además, para lograr mayor agresividad, le amputaban la cresta y les insertaban espolones de acero o hueso.

Durante el registro se recuperaron 24 animales y se intervinieron 52.000 euros, 4 medidores de espolones, 24 cubre espolones, 6 caperuzas de pelea, cicatrizantes, pomadas y temporizadores, además de un botiquín que contenía sustancias y medicamentos de uso veterinario, una liberta de control de combates (con el número de pelea, el peso en onzas de los gallos, la medida de espolón y otras características), galleras, fichas de apuestas simulando billetes de 100 y 50 euros, 'entrenagallos, cronómetros digitales y relojes de arena.

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