El dueño del bar 'Faisán' de Irún (Guipúzcoa), Joseba Elosúa, aseguró ante el juez Pablo Ruz que el inspector José María Ballesteros 'no es el hombre' que le dio el chivatazo sobre la existencia de una operación contra el aparato de extorsión de ETA, aunque al mismo tiempo situó el soplo en el lapso temporal en el que el agente estuvo en el establecimiento, informaron fuentes jurídicas.
'Se lo juro, yo soy católico, éste no es el hombre que me entregó el teléfono', aseguró Elosúa durante su declaración como testigo, según señalaron al término de la misma los abogados defensores de Ballesteros y del jefe superior de Policía del Vasco, que permanecen imputados por un delito de colaboración con organización terrorista y otro de revelación de secretos junto al ex director general de la Policía Víctor García Hidalgo.
Elosúa, que se ha sometido durante más de una hora y media a un interrogatorio que fue calificado como 'muy duro' por parte de las defensas, negó hasta en tres ocasiones que Ballesteros fuera la persona que le dio el chivatazo.
Sin embargo, el dueño del 'Faisán' sí habría situado el momento de la delación entre las 11.00 y las 11.30 horas del 4 de mayo de 2006, momento en el que Ballesteros se encontraba en el establecimiento, según la tesis del equipo investigador.
Elosúa, que se ha sometido durante más de una hora y media a un interrogatorio que fue calificado como 'muy duro' por parte de las defensas, negó hasta en tres ocasiones que Ballesteros fuera la persona que le dio el chivatazo.
Sin embargo, el dueño del 'Faisán' sí habría situado el momento de la delación entre las 11.00 y las 11.30 horas del 4 de mayo de 2006, momento en el que Ballesteros se encontraba en el establecimiento, según la tesis del equipo investigador.
