El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, redujo ayer su gobierno de diez a ocho consellerias y sustituyó a cuatro consejeros que formaron parte del último Consejo nombrado en junio de 2011 por su predecesor en el cargo, Francisco Camps, para iniciar una nueva etapa de circunstancias económicas 'favorables', propiciadas por acuerdos de financiación con el Ejecutivo central.
La nueva estructura del Gobierno valenciano pretende 'pasar página' al periodo de ajustes y elevar el peso de la atención social, según explicó Fabra a los periodistas, quien añadió que éste era el momento 'más propicio' para acometer un cambio de gobierno, porque la Comunidad Valenciana superó un periodo de ajustes 'con medidas complicadas' y afronta un periodo tendente a la estabilización económica.
El optimismo del presidente valenciano se fundamenta en unos acuerdos apalabrados con el Ministerio de Hacienda que permitirán solventar los problemas de liquidez y acelerar un calendario de pagos que 'tranquilice a tantos colectivos y instituciones a las que debemos dinero'. Así, la Generalitat solicitará acceder al 'sobrante' del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) una vez finalizado el plazo de adhesión, para intentar lograr una financiación de hasta 1.900 millones, casi 400 millones más de los que ya le fueron asignados (1.575) para cubrir la emisión de deuda.
Fabra cree que las medidas de austeridad aplicadas hasta ahora 'están dando sus frutos', tanto que no ve necesario 'pedir más esfuerzos a los ciudadanos'.
Esta crisis de gobierno se produce una semana después de que José Manuel Vela dimitiera como consejero de Hacienda, horas antes de ser imputado por la supuesta filtración de un informe de la Intervención General sobre el 'caso de Cooperación' al diputado del PP, imputado en esta causa, Rafael Blasco.
El presidente de la Generalitat, aseguró que la dimisión de Vela haya sido el detonante de esta crisis de gobierno, que ha atribuido a un cambio en las circunstancias económicas. Así, aseguró que 'poco tiene que ver la renuncia de Vela' en esta decisión y argumentó que 'no sólo se ha producido' en la Consejería de Hacienda, sino que el planteamiento fue 'mucho más ambicioso' y con el objetivo de abrir una nueva etapa en el Ejecutivo.
El optimismo del presidente valenciano se fundamenta en unos acuerdos apalabrados con el Ministerio de Hacienda que permitirán solventar los problemas de liquidez y acelerar un calendario de pagos que 'tranquilice a tantos colectivos y instituciones a las que debemos dinero'. Así, la Generalitat solicitará acceder al 'sobrante' del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) una vez finalizado el plazo de adhesión, para intentar lograr una financiación de hasta 1.900 millones, casi 400 millones más de los que ya le fueron asignados (1.575) para cubrir la emisión de deuda.
Fabra cree que las medidas de austeridad aplicadas hasta ahora 'están dando sus frutos', tanto que no ve necesario 'pedir más esfuerzos a los ciudadanos'.
Esta crisis de gobierno se produce una semana después de que José Manuel Vela dimitiera como consejero de Hacienda, horas antes de ser imputado por la supuesta filtración de un informe de la Intervención General sobre el 'caso de Cooperación' al diputado del PP, imputado en esta causa, Rafael Blasco.
El presidente de la Generalitat, aseguró que la dimisión de Vela haya sido el detonante de esta crisis de gobierno, que ha atribuido a un cambio en las circunstancias económicas. Así, aseguró que 'poco tiene que ver la renuncia de Vela' en esta decisión y argumentó que 'no sólo se ha producido' en la Consejería de Hacienda, sino que el planteamiento fue 'mucho más ambicioso' y con el objetivo de abrir una nueva etapa en el Ejecutivo.
