El juez les acusa de usar la red mafiosa de Gao Ping para eludir a Hacienda con cuentas en Suiza

Imputados tres parientes del rey por blanqueo de capitales

El juez del caso Emperador en la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, citó como imputados a quince empresarios que supuestamente usaron la red mafiosa liderada por el chino Gao Ping para blanquear dinero, a los que se les imputa delito fiscal y cooperación para el blanqueo de capitales.
Entre los imputados se encuentran tres parientes del rey Juan Carlos -María Margarita Borbón dos Sicilias Lubomirska, su hermana María Inmaculada y la hija de esta, María Illa García de Sáez Borbón dos Sicilias-, que fueron citadas para hoy, aunque solo la última acudirá porque las otras excusaron su ausencia por motivos de salud, informaron fuentes jurídicas.

El juez, que mantenía bajo secreto esta línea de investigación, citó ayer mismo mismo a dos de los empresarios, el constructor Antonio Banús Ferré y Enrique Ortega Cedrón. Mientras este último se acogió a su derecho a no declarar, Banús admitió que tenía cuentas en Suiza y que llamaba por teléfono para que le entregaran dinero en metálico de estas cuentas a cambio de una comisión, pero que no preguntaban de dónde venía. Además, manifestó que se acogió a la amnistía fiscal del Gobierno para regularizar dinero de estas cuentas. Pese a que la Fiscalía pedía prisión bajo fianza de 50.000 euros para Banús y de 80.000 euros para Ortega, el juez les dejó en libertad con comparecencias mensuales en el juzgado.


INTERROGATORIOS

El magistrado citó el miércoles a José Velasco Meseguer y Santiago Calle Quirós y al día siguiente deberán comparecer el apoderado del grupo inmobiliario Salermar 98 José Antonio Fernando Gil González y el exconsejero delegado de Banesto Enrique Lasarte Pérez.

El viernes será el turno de José Leandro Torrontegui y José Luis Torrontegui Fierro, y el lunes 17 fueron llamados a declarar Francisco de Borja Otero (marqués de Revilla), María Mercedes y María Inmaculada Goméz Arbex e Ignacio Bernar Elorza.

Estas personas están relacionados con la llamada 'trama hebrea' de la red de Gao Ping, una organización dirigida por ciudadanos de origen israelí que ayudaba a los empresarios, así como a la red china, a blanquear grandes cantidades de dinero.

La red hebrea captaba a empresarios y personas acaudaladas, a los que la policía llama 'receptores', con mucho dinero en paraísos fiscales, y que o bien querían tenerlo en metálico sin pagar impuestos o bien no deseaban que se supiera su verdadero patrimonio.

La red les entregaba el dinero metálico a cambio de comisiones, y colaboraba para ello con la red de Gao Ping, que les daba el dinero porque necesitaba traspasar a China grandes cantidades sin pagar impuestos. Ellos recibían ese dinero en metálico y transferían esa cantidad, más una comisión, a otras cuentas en paraísos fiscales como Suiza, Panamá o Hong Kong que la trama hebrea les comunicaba.

Según un oficio del Cuerpo Nacional de Policía del sumario del 'caso Emperador', los miembros de esta red supieron 'aprovechar en su interés la particular idiosincrasia de una comunidad (la hebrea) que tradicionalmente ha gozado de recursos y conocimientos sobre el universo financiero, así como del comercio de materiales preciosos'.

En esta trama figuran joyeros y 'diamanteros' miembros de una red que, según la Policía, gozaba de una 'estructural discreción' que raya 'el hermetismo en ciertos aspectos', lo que les permitió extender su capacidad de influencia y su 'dominio del mercado clandestino'.

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