Unos jóvenes agreden a una familia ecuatoriana al grito de 'morid extranjeros' en Madrid

Estado en que se encuentra una de las agredidas.
El pasado domingo 24 de mayo un grupo de 9 jóvenes agredió a una familia ecuatoriana, incluidos dos menores de 8 y 15 años, en el parque Mesalbas de Ciudad de los Ángeles, Madrid, mientras lanzaban gritos racistas.
Mónica Llumiquinga de 46 años, aseguró que 8 miembros de su familia se reunieron para despedir a su hijo Alex, de 18 años, que regresaba al día siguiente a Ecuador. Durante la despedida un hombre se acercó al grupo y comenzó a insultarles gritando 'extranjeros largaos de aquí', afirmó Mónica.

Al comenzar la agresión, otros ocho jóvenes se unieron y comenzaron a pegar a toda la familia. 'Se tiraron encima, y nosotros pedíamos auxilio', explicó Mónica, quien sostiene que se trató de un 'acto de racismo' puesto que ellos ni conocían a los agresores ni les habían 'dado motivo'.

'Me rompieron la ceja, tengo siete puntos, una brecha en la cabeza'. Así describió Mónica los resultados de este acto de violencia, donde fue 'pisoteada en el suelo', al tiempo que los agresores le gritaban 'morid extranjeros'. Mónica sostuvo que los miembros del grupo presentaban un 'corte militar', eran 'rapados', y que uno de ellos 'llevaba un cuchillo'.

'NO RESPETARON NI NIÑOS NI NIÑAS'

Según Mónica, los agresores no se detuvieron ante la presencia de los menores, sus hijos Fredy, de ocho años, y Coraima de quince. 'No respetaron ni niños ni niñas, absolutamente nada', indicó. Además señaló que 'a las chicas les perseguían detrás de los coches'.

La madre se mostró preocupada por las secuelas que pueden quedar en su hijos tras sufrir esta agresión. El médico que les atiende les ha aconsejado que es conveniente para Fredy 'una cita con el psicólogo porque no quiere volver al colegio'.

Además, Mónica teme que este incidente puede ocasionarle que acabe perdiendo su empleo. 'Si yo no trabajo, a mis hijos no hay quien les mantenga', declaró. La familia afirmó que 'nunca han tenido agresiones' ni problemas en España desde su llegada en 2001.

'UN GRUPO RACISCTA, SIN DUDA'.

Según el presidente de la organización Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, se trató de 'una agresión absurda, gratuita, de carácter racista y xenófobo', llevada a cabo por parte de 'un grupo de energúmenos, 9 jóvenes, el mayor podría tener 25 años'.

Ibarra destacó el hecho de que este tipo de grupos 'saben pegar y atacan en jauría', por lo que consideró que los agresores son 'un grupo racista, sin lugar a dudas', 'ocultaban un arma blanca, sólo hablaba uno, y el resto se limitaban a dar golpes de manera salvaje, incluidos a los menores', afirmó.

Desde Movimiento contra la intolerancia reconocen que con la crisis económica 'existe el peligro del aumento del racismo', pero que declaran que este tipo de agresiones 'se vienen produciendo desde hace muchos años y no había crisis'. 'Esto está limitado a una serie de grupos que son muy agresivos y violentos', aseguró Ibarra.

Además, esta entidad se ha personado como acusación particular 'por un delito de lesiones agravado por xenofobia' y reclaman que 'se neutralicen las actividades de las organizaciones racistas', que han aumentado en los últimos años.

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