El expresidente del Gobierno balear Jaume Matas llegó en torno a las diez de la mañana de ayer a la Audiencia de Palma de Mallorca, donde fue recibido por alrededor de una treintena de ciudadanos que se acercaron a estas dependencias de la Vía Alemania y lanzaron insultos y gritos al exdirigente como 'ladrón' o 'devuelve el dinero'. El expresident y otras cinco personas se sientan en el banquillo por presuntos pagos fraudulentos del Govern (2003-2007) por valor de 483.186 euros al periodista Antonio Alemany.
Una de las primeras en declarar fue María Umbert, que fue jefa de gabinete de Jaume Matas en el año 2003, avaló la 'calidad literaria' y el 'calado político' de los discursos que escribía el periodista Antonio Alemany al expresidente balear, unos textos que se confesó incapaz de hacer y que, según dijo, encargó personalmente Matas. Ella, en cambio, hacía los discursos para actos 'cotidianos' y de menos relevancia, explicó, y preguntada por el fiscal Pedro Horrach si en el gabinete de comunicación del Govern no había nadie más capaz de hacerlos, dijo que sí, pero puntualizó que no se sentía 'capaz' de elaborar textos como los de Alemany, que calificó 'de un calado político y calidad literaria superior'.
UN CONCURSO PANTALLA
La propia Maria Umbert y Dulce Linares, exjefas de gabinete del expresidente Jaume Matas, le atribuyeron la idea de poner en marcha un supuesto concurso 'pantalla' que sirvió en realidad para pagar al periodista que le escribía algunos discursos, y afirmaron que esta contratación se hizo a sus espaldas. La Fiscalía sospecha que Matas ideó un concurso público 'pantalla' con la agencia de comunicación Nimbus para ocultar la contratación de Alemany como autor de sus discursos más importantes, de manera que el periodista no tuviera que ser contratado en plantilla del Govern en calidad de asesor, lo que le habría impedido recibir subvenciones públicas.
Tanto Linares como Umbert coincidieron en que la contratación de Alemany fue 'ordenada' por Matas y también afirmaron que sospechan que el concurso ficticio lo puso en marcha el expresidente.
Otro de los acusados, Joan Martorell, que fue jefe de prensa del expresidente balear Jaume Matas, reconoció que se falsearon informes y contratos para cumplir las órdenes del exmandatario autonómico en el sentido de retribuir al periodista Antonio Alemany, quien le escribía sus discursos más importantes. El acusado ostentó el cargo de director general de Comunicación desde julio de 2003, cuando fue nombrado por Matas, y como tal tuvo conocimiento de un concurso adjudicado a la agencia de comunicación Nimbus por unos 4.500 euros al mes que tenía como fin el análisis de la imagen del Govern.Sin embargo, según reconoció el acusado, este contrato adjudicado a Nimbus jamás se realizó y sirvió realmente para encubrir los pagos a Antonio Alemany.
Martorell dijo que hasta 2005 no supo de este concurso, y reconoció que entonces redactó un informe a sabiendas de que el objeto del mismo era falso.
UN CONCURSO PANTALLA
La propia Maria Umbert y Dulce Linares, exjefas de gabinete del expresidente Jaume Matas, le atribuyeron la idea de poner en marcha un supuesto concurso 'pantalla' que sirvió en realidad para pagar al periodista que le escribía algunos discursos, y afirmaron que esta contratación se hizo a sus espaldas. La Fiscalía sospecha que Matas ideó un concurso público 'pantalla' con la agencia de comunicación Nimbus para ocultar la contratación de Alemany como autor de sus discursos más importantes, de manera que el periodista no tuviera que ser contratado en plantilla del Govern en calidad de asesor, lo que le habría impedido recibir subvenciones públicas.
Tanto Linares como Umbert coincidieron en que la contratación de Alemany fue 'ordenada' por Matas y también afirmaron que sospechan que el concurso ficticio lo puso en marcha el expresidente.
Otro de los acusados, Joan Martorell, que fue jefe de prensa del expresidente balear Jaume Matas, reconoció que se falsearon informes y contratos para cumplir las órdenes del exmandatario autonómico en el sentido de retribuir al periodista Antonio Alemany, quien le escribía sus discursos más importantes. El acusado ostentó el cargo de director general de Comunicación desde julio de 2003, cuando fue nombrado por Matas, y como tal tuvo conocimiento de un concurso adjudicado a la agencia de comunicación Nimbus por unos 4.500 euros al mes que tenía como fin el análisis de la imagen del Govern.Sin embargo, según reconoció el acusado, este contrato adjudicado a Nimbus jamás se realizó y sirvió realmente para encubrir los pagos a Antonio Alemany.
Martorell dijo que hasta 2005 no supo de este concurso, y reconoció que entonces redactó un informe a sabiendas de que el objeto del mismo era falso.
