El presidente de la Generalitat en funciones y aún primer secretario del PSC, José Montilla, renunció a ser el líder de la oposición y a su escaño en el Parlamento catalán, después de que el partido cosechara sus peores resultados de la historia en las elecciones autonómicas del domingo. Así lo anunció ayer a mediodía en rueda de prensa desde la sede central de los socialistas catalanes, tras una larga reunión de la comisión ejecutiva del partido.
Tras saberse el resultado electoral, Montilla ya avanzó el domingo que seguirá ocupando la primera secretaría del partido sólo hasta el próximo congreso del partido, que confirmó que será en otoño, tras las elecciones municipales. En una larga reunión de la ejecutiva que, según Montilla se ha caracterizado por su 'franqueza', el aún presidente de la Generalitat ha formalizado la renuncia a su escaño y a liderar el grupo parlamentario, tarea que por ahora recae en una figura de consenso entre todos los sectores del partido: el conseller de Política Territorial y Obras Públicas en funciones, Joaquim Nadal.
La elección de Nadal por unanimidad, mientras que el portavoz del partido y viceprimer secretario, Miquel Iceta, seguirá como portavoz del grupo. Montilla recalcó que el PSC hará una oposición responsable.
En la campaña electoral, Montilla indicó que, si no ganaba las elecciones, no repetiría como candidato socialista a la reelección, aunque había evitado dar detalles sobre si también dejaría el liderazgo del partido. Recalcó que toma esta decisión desde el convencimiento, para que sea decisiva y permita reconstruir al PSC como alternativa sólida ante el nacionalismo conservador. 'Yo no me cojo a la silla y al cargo. Soy coherente y consciente de que una derrota en el Parlament debe tener alternativas de futuro, y mi presencia en el Parlament lo impediría', dio Montilla.
PÉREZ RUBALCABA
El vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba ofreció públicamente ayer la 'colaboración' del Gobierno al próximo presidente de la Generalitat, Artur Mas, tras haber ganado las elecciones catalanas. Lo hizo durante su intervención en la entrega de unos premios', donde aprovechó para felicitar al flamante ganador en sus primeras declaraciones sobre el resultado electoral en Cataluña. 'Quiero ofrecerle mi colaboración personal y la del Gobierno, y desearle todo lo mejor ante el trabajo que tiene por delante', ha subrayado desde la tribuna, junto al anfitrión de la entrega de premio.
Rubalcaba también respondió a una pregunta sobre si la debacle socialista es el inicio del 'desmoronamiento' del PSOE en España. El vicepresidente del Gobierno fue rotundo en su negativa, y dejó claro que los partidos remontan a la medida de que responden a las necesidades sociales y deseos de la sociedad, 'por eso van a seguir siempre'.
REACCIÓN DEL PSOE
El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, subrayó ayer que las elecciones autonómicas catalanas no pueden ser consideradas unas 'primarias' para próximos procesos electorales y achacó el fracaso del PSC, fundamentalmente, a los problemas del Gobierno tripartito.
Los comicios celebrados ayer han centrado la reunión de la permanente de la Ejecutiva del PSOE y, en rueda de prensa, Iglesias ha rechazado extrapolar los malos resultados socialistas a las próximas elecciones municipales o generales, ya que los catalanes 'siempre' han votado de manera diferente en cada una de esas citas.
Según su primera lectura, y a falta todavía de una 'reflexión profunda' sobre lo sucedido, los socialistas creen que la mayoría de sus votantes 'se quedó en casa'; hubo un ligero trasvase de votos a CiU, pero nada al PP.
La elección de Nadal por unanimidad, mientras que el portavoz del partido y viceprimer secretario, Miquel Iceta, seguirá como portavoz del grupo. Montilla recalcó que el PSC hará una oposición responsable.
En la campaña electoral, Montilla indicó que, si no ganaba las elecciones, no repetiría como candidato socialista a la reelección, aunque había evitado dar detalles sobre si también dejaría el liderazgo del partido. Recalcó que toma esta decisión desde el convencimiento, para que sea decisiva y permita reconstruir al PSC como alternativa sólida ante el nacionalismo conservador. 'Yo no me cojo a la silla y al cargo. Soy coherente y consciente de que una derrota en el Parlament debe tener alternativas de futuro, y mi presencia en el Parlament lo impediría', dio Montilla.
PÉREZ RUBALCABA
El vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba ofreció públicamente ayer la 'colaboración' del Gobierno al próximo presidente de la Generalitat, Artur Mas, tras haber ganado las elecciones catalanas. Lo hizo durante su intervención en la entrega de unos premios', donde aprovechó para felicitar al flamante ganador en sus primeras declaraciones sobre el resultado electoral en Cataluña. 'Quiero ofrecerle mi colaboración personal y la del Gobierno, y desearle todo lo mejor ante el trabajo que tiene por delante', ha subrayado desde la tribuna, junto al anfitrión de la entrega de premio.
Rubalcaba también respondió a una pregunta sobre si la debacle socialista es el inicio del 'desmoronamiento' del PSOE en España. El vicepresidente del Gobierno fue rotundo en su negativa, y dejó claro que los partidos remontan a la medida de que responden a las necesidades sociales y deseos de la sociedad, 'por eso van a seguir siempre'.
REACCIÓN DEL PSOE
El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, subrayó ayer que las elecciones autonómicas catalanas no pueden ser consideradas unas 'primarias' para próximos procesos electorales y achacó el fracaso del PSC, fundamentalmente, a los problemas del Gobierno tripartito.
Los comicios celebrados ayer han centrado la reunión de la permanente de la Ejecutiva del PSOE y, en rueda de prensa, Iglesias ha rechazado extrapolar los malos resultados socialistas a las próximas elecciones municipales o generales, ya que los catalanes 'siempre' han votado de manera diferente en cada una de esas citas.
Según su primera lectura, y a falta todavía de una 'reflexión profunda' sobre lo sucedido, los socialistas creen que la mayoría de sus votantes 'se quedó en casa'; hubo un ligero trasvase de votos a CiU, pero nada al PP.
