En el momento más mitinero de su intervención, el líder popular cargó contra Pérez Rubalcaba

Rajoy cierra el cónclave del PP con proclamas electorales

Rajoy saluda a sus fieles al término de su intervenciónl. (Foto: NACHO GALLEGO)

Ni grandes anuncios, ni sesudos análisis. Mariano Rajoy cerró la convención de su partido con un mitin en el más amplio sentido de la palabra, lleno de proclamas electorales y también de artillería, la que soltó contra Alfredo Pérez Rubalcaba. Hacía mucho que el presidente del Gobierno no se dirigía al líder de la oposición de una forma tan explícita en un acto de estas características. Pero el calendario manda, y toca dar el pistoletazo a la campaña para ganar las elecciones europeas del 25 de mayo.

Y con un tono desafiante, Rajoy se dirigió directamente a Rubalcaba para reprocharle que no admita que ha comenzado la recuperación. 'Tú, o te callas o reconoces el mérito de la gente'. 'No le ocultes la verdad de la recuperación como antes le ocultaste la del hundimiento'. fue el momento más mitinero y, lógicamente, el más aplaudido por los populares.

Se esperaba ayer que Rajoy diera más detalles de su reforma fiscal, pero no lo hizo. Sólo se limitó a prometer que esta vez sí, que ahora puede, que va a bajar los impuestos como prometió en su programa electoral, e incluso aseguró que lo va a hacer durante varios años.


TOCA ACELERAR

Es la promesa más clara con la que el PP arranca esta segunda parte de la legislatura, la fase en la que el partido del Gobierno tiene que pasar el primer examen de las europeas para llegar en 2015 a las reválidas más deseadas: las autonómicas y municipales, y, después, las generales. Queda mucho, pero queda poco, y toca acelerar. Mariano Rajoy marcó en Valladolid el discurso político en el que se va a centrar su Gobierno y su partido en los dos próximos años.

Pero también fue a esta convención a dar oxígeno a los suyos, que llegaban un tanto tocados por varios episodios, como la baja del eurodiputado Alejo Vidal-Quadras, la decisión de Jaime Mayor Oreja de no concurrir a las europeas, la ausencia de su presidente de honor, José María Aznar, o el alejamiento cada vez mayor de un sector de las víctimas del terrorismo.

Y no solo por eso. El partido también buscó con esta convención levantar el ánimo de sus militantes y sus dirigentes, que llevan dos años intentando explicar el porqué de una política económica y unas reformas que han tenido una fuerte contestación social.

Por si no se había oído suficientemente estos tres días, Rajoy cerró su discurso proclamando que el suyo es un partido 'fuerte' porque está 'unido', y también tuvo palabras de aliento para las más 'sufridoras' en este momento en el PP: Alicia Sánchez-Camacho, en Cataluña, y Arantza Quiroga, en Euskadi. 'No estáis solos', les ha dicho a los populares catalanes -mientras la presidenta del PPC se levantaba de su asiento lanzando besos al público- y después de prometer, una vez más, que preservará la unidad de España frente al desafío soberanista.

Y otro capote más a la presidenta del PP vasco, a quien prometió que todos los populares trabajarán 'codo con codo' para lograr la 'derrota definitiva' de ETA.

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