PERFIL DE PEDRO SáNCHEZ

El socialista que consiguió salvar la camisa por la cara

Llegó a la secretaría general del PSOE con la misión de devolver la lozanía a la rosa tras el varapalo electoral sufrido por Alfredo Pérez Rubalcaba en las Generales de 2011

Llegó a la secretaría general del PSOE con la misión de devolver la lozanía a la rosa tras el varapalo electoral sufrido por Alfredo Pérez Rubalcaba en las Generales de 2011. Pedro Sánchez Castejón se impuso a Eduardo Madina en las primarias con el 49% de los votos. Lo hizo con proximidad y cercanía. Durante su recorrido por España para conseguir el apoyo de sus compañeros de partido pernoctó cada noche en casa de un militante. Guapo, alto y casi siempre vestido con camisa blanca, el hijo de un empleado del sector financiero y de una funcionaria de la Seguridad Social, fue el primer político que se lanzó a los platós televisivos para engrandecer su figura y aspirar a la presidencia del Gobierno. "Sálvame", "Planeta Calleja", "Viajando con Chester"...

Pedro Sanchez_resultLas cámaras lo apuntaron y él nos contó que había nacido en el madrileño barrio de Tetuán en febrero de 1972; que había estudiado en el Ramiro de Maetzu y jugado en el Estudiantes de Baloncesto; que se licenció en Económicas y realizó un Máster en Política Económica de la Unión Europea que le permitió trabajar de asesor en Bruselas; que padeció el paro y tuvo que patear despachos entregando curículos; que impartió clases; que su boda con Begoña Gómez la ofició Trinidad Jiménez, una de sus mentoras políticas, y que tiene dos hijas: Ainhoa y Carlota.  


Se afilió al PSOE en 1993 tras la victoria de Felipe González en las Generales de ese año, fue concejal de Madrid y también diputado en el Congreso. En las elecciones gallegas de 2005 que llevaron a Emilio Pérez Touriño a la presidencia de la Xunta con el apoyo del BNG se alistó en el equipo de análisis político de José Blanco, por aquel entonces secretario de Organización de los socialistas. 


Era Pedro Sánchez, un tipo guapete y majete que vendía la imagen de yerno deseado para cualquier madre. Con los ánimos del partido famélicos, él ponía la cara, la sonrisa y la confianza frente a los que veían en Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía , el relevo anunciado. En la campaña electoral cambió de piel. Durante el cara a cara con Mariano Rajoy llegó a llamar "indecente" al presidente del Gobierno por el caso Bárcenas. Y en muchos mítines se le oyó gritar y desgañitarse. Unos decían que por la desesperación de comprobar que no conseguía alcanzar a Rajoy, otros porque sentía el aliento del líder de Podemos,  Pablo Iglesias, o de Alber Rivera, la cara de Ciudadanos, en el cogote para desplazarlo como segunda fuerza política. Igual no fue su mejor partido, quizá tampoco desarrolló un juego preciosista, pero como en el baloncesto, al final lo que se recuerda es siempre el resultado del partido.

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