La empresa compostelana que cuenta con 310 empleados está especializada en la construcción de obra pública y el tratamiento integral del ciclo del agua
La empresa compostelana Espina y Delfín sumó este mes dos nuevos contratos en el exteror que refuerzan su presencia internacional sin olvidar su trabajo dentro de Galicia.
El Gobierno de Angola hizo pública la adjudicación en exclusiva a Espina y Delfín del conjunto de obras para reforzar el sistema de abastecimiento de agua en las localidades de Bungo, Lucala y Cafunfo. El importe de la adjudicación supera los 30 millones de euros y el plazo de ejecución será de 36 meses, según informa la compañía a través de un comunicado.
La constructora gallega está especializada en obra pública e hidráulica y en la gestión integral del ciclo del agua, esto es, desde que se recoge el agua para su tratamiento y distribución a humanos y su recogida y depuración para devolver al medio natural.
Las tres obras, que arrancarán en septiembre, contemplan la elaboración del proyecto constructivo y la ejecución del sistema completo de abastecimiento que abarca la captación, potabilización, depósitos, acometidas y mantenimiento durante un período de dos años.
La compañía compostelana también logró este mes un contrato en Colombia en unión con Iberovias y otras dos empresas colombianas. El consorcio Ibines Férreo, liderado por la constructora española, consiguió la adjudicación de las labores de reparación, administración, vigilancia y operación de las vías férreas de La Dorada (Caldas)-Chiriguaná (Cesar) y Bogotá-Belencito (Boyacá) por un importe de 47,2 millones de euros. Espina y Delfín participa con un porcentaje del 10 %.
Esta no es la primera incursión de Espina y Delfín en el extranjero. Su presencia es efectiva ya en tres países: Portugal, África y Colombia. Su expansión internacional comenzó en el año 2002 con la compra de una pequeña empresa de ingeniería en Portugal llamada Factor Ambiente. Actualmente ambas empresas están entre las principales adjudicatarias de obra pública hidráulica en el país luso. La llegada al país africano se inició en el año 2011 y fructificó en Angola con la ejecución de obras en 2013. En 2014 consolidó este mercado con la apertura de una delegación en Luanda. La incursión en Latinoamérica se ha iniciado en Colombia con la implantación de una delegación en la ciudad de Bogotá.
En Galicia opera en más de 50 ayuntamientos y proporciona trabajo directo a 310 personas. En 2016 registró una facturación superior a los 30 millones de euros.
