Según el Informe Anual de la Riqueza en el Mundo 2015, publicado por Capgemini, la cifra de millonarios y el global de su patrimonio creció en España por encima de la media mundial.
Esta semana han confluido varias noticias en torno a la distribución de la riqueza. Según el Informe Anual de la Riqueza en el Mundo 2015, publicado por Capgemini, la cifra de millonarios y el global de su patrimonio creció en España por encima de la media mundial. El número de españoles con un patrimonio financiero superior a un millón de dólares (unos 890.000 euros) se elevó en el 2014 a 178.000 personas, el 10% más que el año anterior y el 40% más que en el 2008, cuando estalló la crisis financiera. A nivel mundial,la tendencia fue similar, con incrementos por encima del avance del PIB y en contraste con el estancamiento de la capacidad financiera de las familias de clase media. Así, el INE acaba de publicar que el gasto medio de los hogares españoles se redujo un 14,7% durante los años de la crisis, pasando de 31.711 euros en 2008 a 27.038 en 2014.
Podría considerarse normal y saludable que el número de millonarios creciese con la pujanza de la economía, pero la divergencia con el impacto de la crisis ha abierto el debate de la desigualdad, hasta el punto que, también esta semana, el FMI ha alertado del impacto negativo de una desigualdad creciente en el conjunto de la economía, pudiendo acentuar el déficit crónico de demanda. Las altas tasas de crecimiento en el siglo XX, en paralelo a la consolidación de la clase media y los pequeños negocios, parece haber dado paso desde los años noventa a menores tasas de crecimiento y una acumulación exponencial de las rentas en pocas manos. El análisis es complejo e influyen muchos factores. Algunas de las claves tienen que ver con la globalización y la ausencia de nuevos paradigmas para favorecer la iniciativa en un marco de igualdad de oportunidades y de un crecimiento sostenible y equilibrado.
