Mucho se habla de la importancia turística del sector termal en la provincia de Ourense, pero la realidad es que hasta el momento la ciudad no cuenta con un solo balneario urbano.
Mucho se habla de la importancia turística del sector termal en la provincia de Ourense y de la relevancia de esta actividad para nuestra economía, pero la realidad es que hasta el momento la ciudad de Ourense no cuenta con un solo balneario urbano.
También se vienen señalando las importantes ventajas que va a traer la Alta Velocidad a la ciudad de Ourense. Sin embargo, no se conoce ningún estudio científico riguroso que cuantifique las repercusiones económicas del AVE en nuestra ciudad (o provincia), lo que permitiría que las empresas se adaptasen a los cambios que se prevén.
Continuamente se habla de la pérdida de población en nuestra provincia, del capital humano que se ve obligado a emigrar y de la necesidad de fijar población, pero hasta al momento lo poco que se ha hecho en relación a esta cuestión, no ha servido para ni tan siquiera frenar esta endémica sangría demográfica. La lista de buenos propósitos podría seguir ampliándose, pero a base de mitos y buenas intenciones la economía no funciona.
Sin embargo, hay una actividad económica que está siendo uno de los motores económicos provinciales, que es necesario poner en valor, del que no se suele hablar demasiado, pero que poco a poco está permitiendo cierto desarrollo económico en nuestra provincia. Nos estamos refiriendo a la industria agroalimentaria.
En la provincia de Ourense en general, y en la comarca ourensana en particular, la industria agroalimentaria juega un papel fundamental, no solo por el empleo directo e indirecto que genera, sino también por el valor añadido que incorpora a nuestro valor añadido bruto provincial.
La industria agroalimentaria en Ourense se ha convertido en el motor económico provincial.
La apuesta de este sector por la innovación y la expansión, no solo nacional sino internacional, ha sido el gran acierto de los responsables de estas empresas. Frente a la tendencia generalizada de cierre de empresas, expedientes de regulación de empleo y deslocalización industrial en Ourense, la industria agroalimentaria provincial ha venido trabajando de forma valiente, apostando por un nuevo modelo productivo, basado en realidades.
Las cifras así lo señalan. A partir del Informe económico y de competitividad Ardan (2014) se puede comprobar como la industria agroalimentaria tiene cada vez más peso real en la economía provincial. Así, en 2012, la elaboración de productos cárnicos y volaterías en Ourense supuso el 4,5% de todo el valor añadido generado en la provincia y el 82% sobre todo el valor añadido del sector en Galicia. Solo la construcción aeronáutica y la extracción de piedra caliza y pizarra superaban el porcentaje anterior. Es más, si se tiene en cuenta a los sectores que más crecieron en 2012, la elaboración de productos cárnicos y volaterías registró un aumento del 17,7%, el más alto de todas las industrias de la provincia de Ourense.
Este sector, además, ha sido uno de los tres que experimentaron crecimiento. La industria agroalimentaria ha sido capaz de contener la pérdida económica generada por el descenso en el valor añadido provincial de la construcción de carreteras y autopistas (-39%) y construcción de edificios residenciales (-23,3%), que eran dos de las actividades con mayor presencia en la economía ourensana.
Las cifras no dejan lugar a dudas. Solo las dos empresas más relevantes de la industria agroalimentaria lograron unos ingresos en 2012 de 566 millones de euros, lo que supone el 17,4% de toda la provincia. Basta recordar que en la provincia de Ourense solo 10 empresas obtienen unos ingresos de explotación superior a los 50 millones de euros y la mayor parte de las mismas pivotan sobre la industria agroalimentaria.
Para hacerse un idea de esta magnitud se puede señalar como, de las otras dos industrias provinciales más importantes, las tres principales empresas de construcción de otros proyectos de ingeniería civil y las cinco principales empresas de confección de otras prendas de vestir exteriores, generaron 216 y 177 millones de euros, respectivamente (6,6% y 5,4% del total de ingresos para 2012), unas cifras que, ni sumándolas, se aproximarían a la obtenida por las principales entidades de la industria agroalimentaria.
Si además, se tiene en cuenta que durante el período 2011-12 la tasa de variación media del dinamismo económico en la provincia fue del (-7,7%), el comportamiento de la industria agroalimentaria es, si cabe, mucho más relevante. Y todo esto en un escenario que muestra como el peso del valor añadido de la comarca de Ourense respecto al total de Galicia ha pasado del 4,2% en 2006 al 3,4% en 2012. Por lo tanto, en una situación donde la economía provincial sigue cayendo, hay cierta industria que demuestra una importante pujanza.
Toda esta ingente actividad tiene nombres propios. Resulta evidente que el grupo COREN es el principal referente a nivel provincial en la industria agroalimentaria. Afortunadamente no es el único ejemplo de relevancia. Así, entre otras empresas, radicadas en la comarca de Ourense, destacan Aceites Abril, que recientemente ha construido la primera refinería de aceites en Galicia y el Grupo Cuevas, un claro referente en el sector de la transformación y distribución de productos alimenticios. Este es el camino a seguir. Menos mitos y más realidades.
