ECONOMíA CIUDADANA

El sector del transporte introduce la digitalización para ser más competitivo

OURENSE. 05.07.2014. CAMIONES Y TRANSPORTE DE MERCANCIAS. FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera El transporte de mercancías asume criterios de modernización.

El transporte, es de todas las actividades del sector servicios, la  de mayor expansión  en los últimos tiempos

El transporte, es de todas las actividades del sector servicios, la  de mayor expansión  en los últimos tiempos. Tres factores han contribuido a ello: la industrialización, el aumento del comercio internacional y los avances tecnológicos que lo han dotado de  rapidez, seguridad y menor coste. Para los usuarios, supone un apoyo para mejorar la calidad de los desplazamientos, porque es una herramienta que nos ofrece información en tiempo real y permite ahorrar en consumos de energía, y mejorar las conexiones. Se pueden reducir los atascos porque permite conocer que tramos de la red viaria se deben evitar, mejorando con ello el gasto o se puede saber si se va a poder aparcar en una determinada zona, o no; y esto facilita sobre todo la vida de las personas de movilidad reducida.

Pero todavía queda algo para que esta modernización llegue al transporte de mercancías y esto se hace necesario, porque mientras que en otros países europeos  se transporta el triple que en España -en Europa del Este por ejemplo, llega al 50%- en nuestro país, la cifra apenas alcanza el 4 %. En los últimos años se están haciendo inversiones importantes en cuanto a puertos, para que se realice una mejora de este tipo de transporte a través de una mayor digitalización; pero en nuestro país es un mercado muy limitado porque hay restricciones para las toneladas, para la longitud de los trenes y para las velocidades comerciales. La búsqueda versa en la implantación en Europa de un sistema tecnológico común que ayude a gestionar con eficacia y eficiencia el negocio de las mercancías; sería por ello una ventaja las fusiones entre compañías aéreas y la implementación de la conexión entre países por tren y carretera. 

Pero para la digitalización del transporte es preciso dinero, con lo que la vista se posa de inmediato, en el Plan Juncker europeo; con grandes semejanzas con el Plan Marshall estadounidense que tras la segunda guerra mundial ayudo a erguir la maltrecha economía europea de postguerra. Por aquel entonces EEUU necesitaba mercados en los que dar salida a su abundante producción, pretendiendo que Europa fuese uno de ésos, le tendió una mano para sacarla de la devastación en la que la segunda guerra mundial la había dejado. De un modo similar, Europa hoy, azotada por la crisis precisa activar sus inversiones, porque existe una gran aversión al riesgo, y hoy más que nunca, necesita poner en movimiento sus mercados paralizados, agitarlos y espolearlos.

En ese sentido los dos planes tienen similitudes, su objetivo es la revitalización económica. El Juncker, parte de una aportación de 21.000 millones de euros, de fondos públicos, de estos, 16.000 millones de euros del presupuesto comunitario, y los 5.000 millones restantes son aportados por el BEI (Banco Europeo de Inversiones) y el objetivo es convertirlos en 315.000 millones de euros, en un plazo de tres años.  Más del 75% de su capital, se destinará a la inversión en infraestructuras energéticas, en las que incluye a las renovables y al transporte. La transformación digital enfocada en el transporte así determinará su inexorable avance hacia el desarrollo cambiando al compás de los tiempos. A partir de este año 2016, si somos audaces el transporte entrá  de lleno en la autopista de la digitalización

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