El joven acusado de retener dos horas a dos cuidadoras de un centro de Aldeas Infantiles de Redondela (Pontevedra) para que su pareja se llevara a su hijo ha aceptado una condena de 9 años y medio de prisión, se ha declarado arrepentido y ha dicho que no sabía lo que hacía porque estaba drogado.
La petición inicial del fiscal era de 15 años y tres meses de cárcel, pero antes de la celebración del juicio ha llegado a un acuerdo de conformidad con la defensa para rebajarla al mínimo en cada uno de los tres delitos que se le imputan: sustracción de menores -como cooperador necesario-, detención ilegal y robo con intimidación.
B.P.T., que hoy justo cumple 25 años de edad, también deberá indemnizar con 20.000 euros, por daños morales, a cada una de las dos cuidadoras a las que retuvo y amenazó con un cuchillo y a las que esta mañana ha pedido disculpas, consciente de que lo que hizo 'está mal', pero que entonces no pensaba 'con claridad' porque estaba bajo la influencia de las drogas.
Su abogada ha destacado que el joven actuó 'por amor', para ayudar a su pareja a recuperar a su hijo -ambos continúan en paradero desconocido-, y ha recalcado que aceptó el caso a condición de que el chico se desintoxique.
Los hechos ocurrieron el 22 de enero de 2011, cuando B.P.T., de nacionalidad portuguesa, acudió junto a su compañera sentimental al centro de Aldeas Infantiles de Redondela y amenazó con un cuchillo a las cuidadoras, a las que sustrajo sus bolsos para hacerse con las llaves de sus coches, móviles y documentación.
Mientras, su pareja E.M.F. cogió al pequeño, que por entonces tenía un año y medio de edad, y se lo llevó en el vehículo de una de las cuidadoras.
En el transcurso de los hechos, el acusado se quedó dormido, lo que aprovecharon las trabajadoras del centro de acogida para huir.
B.P.T., que hoy justo cumple 25 años de edad, también deberá indemnizar con 20.000 euros, por daños morales, a cada una de las dos cuidadoras a las que retuvo y amenazó con un cuchillo y a las que esta mañana ha pedido disculpas, consciente de que lo que hizo 'está mal', pero que entonces no pensaba 'con claridad' porque estaba bajo la influencia de las drogas.
Su abogada ha destacado que el joven actuó 'por amor', para ayudar a su pareja a recuperar a su hijo -ambos continúan en paradero desconocido-, y ha recalcado que aceptó el caso a condición de que el chico se desintoxique.
Los hechos ocurrieron el 22 de enero de 2011, cuando B.P.T., de nacionalidad portuguesa, acudió junto a su compañera sentimental al centro de Aldeas Infantiles de Redondela y amenazó con un cuchillo a las cuidadoras, a las que sustrajo sus bolsos para hacerse con las llaves de sus coches, móviles y documentación.
Mientras, su pareja E.M.F. cogió al pequeño, que por entonces tenía un año y medio de edad, y se lo llevó en el vehículo de una de las cuidadoras.
En el transcurso de los hechos, el acusado se quedó dormido, lo que aprovecharon las trabajadoras del centro de acogida para huir.
