“Creí que nos matábamos todos, pero Sergio nos tranquilizaba"

Beatriz Rodríguez, de 52 años, viajaba en la avioneta siniestrada. Ayer, desde su habitación en el hospital de Povisa, esta viguesa recordaba con terror el momento en el que el aparato se estrellaba. “Hubo un momento en el que creí que nos matábamos y entonces sólo pensé en mis hijos, que se quedaban solos”, explicaba.

Según relató a este diario, sus lesiones no revisten gravedad. A la espera de que le efectúen una resonancia aseguraba que “estoy muy dolorida y magullada, pero estoy bien, viva”. Para ella, no hay duda de que el piloto les salvó la vida. “Íbamos bien, y eso que era la primera vez que montaba en avioneta, y en un momento determinado, Sergio se dio cuenta de que había un fallo en el motor. Sin embargo, no perdió la calma. Nos decía, 'tranquilos, tranquilos' y que estuviéramos quietos que ya había pedido ayuda y nos iban a rescatar”. Aún así, Beatriz reconoce que cuando la avioneta se estrellaba era difícil mantener la calma, “fue un momento terrible, imáginate”.

Tras el accidente, los tres ocupantes pudieron salir del aparato, menos el piloto que continuaba dentro. “Una de mis preocupaciones después de llegar al hospital era saber cómo estaban los demás y sobre todo Sergio, sé que le iban a operar pero poco más”, afirmó. A lo largo de la mañana, Beatriz pudo contactar con el hijo del piloto quien la tranquilizó asegurando que Sergio se encontraba bien, al igual que el resto de los compañeros, a pesar de las lesiones sufridas.

Beatriz quiso enviarle mucho ánimo al piloto. “Le debemos la vida, está claro”.