La localidad coruñesa cumple con la tradición y celebra la 29ª edición de una cita que congregó a centenares de vehículos
La localidad coruñesa de Esteiro (Muros) ha celebrado hoy, como cada tercer fin de semana de julio, su tradicional descenso de carrilanas, que cumple ya 29 ediciones, habiendo contado esta última con la participación de alrededor de medio centenar de vehículos.
Este evento, que congrega a cientos de personas en las cunetas de las carreteras por las que discurre el recorrido, está protagonizado por vehículos artesanales, no motorizados pero capaces de alcanzar velocidades de vértigo gracias a las rampas por las que descienden, y que compiten entre ellos con el objetivo de conseguir el mejor tiempo en la línea de meta, situada al pie de la playa.
Los participantes de este certamen compiten, agrupados en escuderías, en tres categorías distintas según las características de los vehículos que las integran: rápidas, lentas o de diseño, e infantil.
Afortunadamente, a pesar de la estrechez del recorrido y de las altas velocidades -hasta 80 kilómetros por hora en el caso del segmento más veloz- que alcanzan los participantes, no ha habido que lamentar ninguna incidencia en esta edición, que ha terminado sin lesiones ni heridos.
Sin embargo, más allá del plano competitivo, lo llamativo de este descenso de carrilanas de Esteiro son, sin duda, las singulares personalizaciones y diseños que lucen estos vehículos, entre los que los asistentes han podido apreciar piezas de madera tallada a mano, imitaciones de bólidos de competición o modelos que imitaban objetos reales, como tronos o botellas.
De todos los autores de estas carrilanas, el hombre conocido como Gerente es el que más prestigio atesora de todos, al ser autor de la gran mayoría de ellas y dedicar todos los años ocho o nueve meses a la creación de nuevos diseños y modelos.
El propio Gerente fue en su día uno de los principales impulsores de este evento y ha participado, desde su creación, en todas las ediciones, aunque ya haya sido relegado a una categoría de menores velocidades para reducir el riesgo de lastimarse a sus 86 años.
El descenso de carrilanas de Esteiro se ha ido consolidando, con el paso de los años, como uno de los principales reclamos veraniegos de esta zona del Barbanza, tras haber adquirido la denominación de Fiesta de Interés Turístico de Galicia, concedida por la Xunta.
Así es que la propia localidad cuenta con un museo de la carrilana, en el que se exponen varios de los modelos más logrados y se resguardan además para futuras competiciones, corriendo mejor suerte que el resto, aparcados en pajares o establos entre año y año.
De esta forma cierra la pequeña localidad costera de Esteiro su semana grande del año, en la que han coincidido en un mismo fin de semana el descenso de carrilanas, las fiestas patronales del lugar y la festividad del Carmen, patrona de los marineros.
