Trabaja en Urgencias del Cunqueiro pero rechaza cualquier protagonismo: salvó la vida al tirarse al mar, rescatar y "resucitar" tras 40 minutos de reanimación a un pescador que cayó desvanecido
Un médico de Urgencias del hospital Álvaro Cunqueiro era ayer felicitado ayer por la mañana por sus compañeros, algunos de los cuales se habían enterado que tenían a su lado a un auténtico héroe. Un héroe que quería continuar siendo la misma persona, sin fotos, sin nombre (por respeto a su petición expresa sólo diremos que se llama Fernando) y sin entrevistas para los medios interesados que hacían -hacíamos- cola para conseguir unas declaraciones sobre su gesta. El día anterior, en torno a las 13 horas, se zambullía en las aguas heladas de la Ría de Vigo para salvar a un hombre al que vio como caía al mar. El médico pasaba por el muelle de Trasatlánticos en esos momentos, contemplando una regata de veleros organizada por el Náutico, el “Meeting Internacional de Optimist Ciudad de Vigo", que llenaba la Ría de pequeñas embarcaciones.
Al parecer, según explicó él mismo, una persona de unos 30 años -34, en concreto- sufrió una convulsión cuando se encontraba pescando en el muelle y se cayó al agua. Sin pensárselo dos veces, ni una siquiera, se quitó con rapidez la ropa, el reloj y el móvil y se lanzó detrás a rescatarlo. Una zodiac de un equipo belga que estaba siguiendo la regata vio lo que pasaba y se acercó para recoger a los dos hombres. Luego, el médico hizo la reanimación, mientras la Guardia Civil se ocupaba de acelerar las emergencias y el Náutico de ayudar con sus propios medios. Estuvo más de media hora -unos 40 minutos al parecer- hasta que consiguió “resucitarlo” de su shock, que se sumaba a la hipotermia, lo que complicaba el éxito de la operación. Luego, al Cunqueiro al servicio de Urgencias en una medicalizada enviadas por el 061 para su recuperación, en teoría la parte más sencilla tras lo anterior, aunque su pronóstico era reservado. El mérito principal de salvar una vida con riesgo por su parte era del profesional del Cunqueiro, pero ayer insistió en pedir discreción y rogaba encarecidamente que no se divulgara su nombre, añadiendo de su parte que se diera gracias a la Guardia Civil por su rapidez y a la embarcación que los rescató. Todo ello a los compañeros, que se acercaban preguntando por lo mismo, y a este diario a través de personas interpuestas. Imposible hablar con él, hasta el punto de pedirle al gerente Félix Rubial que no trascendiera su actuación. Rubial había enviado por la mañana un tuit interno felicitándole pero el héroe prefiere no serlo.
