Finalmente salió el sol. O Marisquiño se conjuró contra la lluvia en su primer día de festival, aunque tuvo que sufrir las consecuencias de las precipitaciones caídas a lo largo de la noche anterior y de mañana, por lo que algunos entrenamientos sufrieron alteraciones. “La incierta previsión meteorológica para este sábado obligará a estar muy pendientes del cielo”, advertía la organización, que recomendaba a los aficionados informarse a través de las redes sociales.
A media mañana, la pista de breaking permanecía desmontada y las pistas de Big Jump y Dirt Jumb, cubiertas con plásticos y su suelo encharcado, mientras el personal del festival se afanaba en volver a poner todo a punto. Lo mismo sucedía en la zona de tiendas —colocadas a lo largo del paseo de tal manera que ocultan su tramo vallado—, donde se luchaba para que el viento no se llevase sus todos.
No era una jornada de competiciones, que comenzarán este sábado, pero sí de clasificatorias y primeras tomas de contacto. Muchos deportistas aprovechaban ese impasse para dar una vuelta por la ciudad. Fue entonces cuando el cielo abrió, como se dice aquí.
Había hambre de 'marisquiño'. Por eso, tan pronto la lluvia cesó comenzaron las pruebas de BMX y sus gradas se llenaron para ver las primeras piruetas y trucos de los participantes, que eran los más jóvenes de la competición y cuyas progresiones eran seguidas por los más mayores.
Ante menos asistentes, pero con igual pasión, los skaters también comenzaban a rodar sus monopatines en la pista situada junto al Muelle de Transatlánticos.
La imagen desoladora de la mañana dio paso a un ir y venir de gente por Las Avenidas, a modo de preludio de la gran afluencia que se espera para este fin de semana. La zona fue tomada por familias y grupos y entre los que se podían oír todo tipo de acentos.
La tarde estaba reservada para los workshops de Break en el espacio 4 Elementos Street Battle, la apertura del Red Bull Street Style (Freestyle Footbal), el BMX Flatland, mientras continuaban las pruebas de BMX y Skate. Mientras que miraban al cielo los riders de Dirt Jump, pendientes del viento, que a ratos soplaba en fuertes ráfagas.
También se pasó por O Marisquiño el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, para presentar la campaña “Experiencias Sostibles” para la reducción del uso de plásticos.
La jornada se cerró de noche con los conciertos, entre ellos, los dos grandes cabezas de cartel: Eric Bobo y Jota Mayúscula.
