El nacionalismo gallego busca fórmulas para su refundación

Carlos Aymerich, referente de Abrente, una de las corrientes que conforman el Bloque, declaró que el debate abierto en el seno del BNG tras los malos resultados cosechados en las elecciones gallegas del pasado 21 de octubre 'no es de nombres', sino una reflexión 'muchísimo más profunda que eso'. Su corriente reclama la apertura de espacios de diálogo con los escindidos -la Anova de Xosé Manuel Beiras, y Compromiso por Galicia de Xoán Bascuas- para intentar una 'nueva casa común', así como un reconocimiento expreso de los errores que se hayan podido cometer.
En esta última idea insistió en un artículo publicado en el digital 'Praza Pública' días después del 21-O el ex vicepresidente de la Xunta y antiguo portavoz nacional del Bloque, Anxo Quintana, al pedir una reflexión consensuada que lleve a saber qué hacer y en la que se eviten peleas por ver quién manda, 'porque es tiempo' de sentido común 'y no de navajas, basta de carnicería'.

Xavier Vence, catedrático de Economía Aplicada de la USC y con un protagonismo en aumento en el BNG, advirtió del riesgo de que Alternativa Galega de Esquerda (AGE) acabe convirtiéndose en una 'alianza permanente' o en el primer paso para un 'frente amplio'. En este sentido, apuntó a la 'dificultad' de entender, desde 'un punto de vista nacionalista', la unión bajo estas características de la Anova de Beiras y Esquerda Unida.

Por su parte, Xosé Manuel Beiras, referente de AGE, cuestionó una reivindicación que propugnan numerosas voces desde el Bloque -la unidad del nacionalismo de izquierdas- y replicó a sus antiguos compañeros: '¿A qué juegan?, ¿a qué juega el BNG?'.

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