Un guardia civil salva en Ponteareas a una bebé a la que su madre quería arrojar por una ventana

'Los pelos se ponían de punta al ver a la niña casi en el vacío'

Guillermo Fernández, el teniente de la Guardia Civil que salvó a la niña en Ponteareas. (Foto: L. MIRANDA)
'Los pelos se te ponían de punta viendo cómo balanceaba a la niña en el vacío', recuerda Guillermo Fernández, el teniente del puesto de la Guardia Civil de Ponteareas que ayer salvó a la pequeña de una muerte segura si caía desde la ventana del quinto piso donde la tenía colgando su madre. Los vecinos fueron los encargados de alertar sobre las doce y cuarto del mediodía de lo que estaba pasando, ya que la mujer había comenzado a tirar enseres a la calle hasta que, de repente, sacó a la bebé agarrada por las muñecas.
La dramática escena congregó en las inmediaciones del inmueble a más de setenta personas que seguían con el alma en vilo y gritos de terror cada nuevo vaivén del cuerpo de la pequeña. Algunos, aterrorizados con lo que podía suceder, 'cogieron sábanas e intentaban ponerse debajo de la niña por si caía', recuerda este agente que se incorporó a este cuartel hace apenas una semana. Ante la situación límite que tenía ante sí no lo pensó dos veces. 'La adrenalina funcionó y subí las escaleras lo más rápido que pude, no creo que pueda repetirlo otra vez', explica este guardia natural de Vigo y con dos hijos, que asegura que 'nunca me había encontrado en mis 18 años en la Guardia Civil con una situación tan terrible como esta. Ver a un bebé en peligro de caer al vacío es terrorífico'.

Al llegar a la puerta del piso, que en aquel momento estaba intentando abrir sin resultados la Policía Local, el guardia civil le dio una patada y la abrió. 'Desde el primer momento sabía lo que hacía. No puedes entrar así en una vivienda, pero en este caso estaba en peligro no sólo la vida de la menor, como también de la madre, que ya tenía parte del cuerpo fuera de la ventana y estaba fuera de sí'.

Una vez dentro del piso, los agentes se encontraron la puerta de la habitación cerrada por dentro. Sin dudarlo le dio otra patada y una vez dentro se abalanzó sobre la mujer para evitar que cayeran ella y la niña al vacío. Finalmente fue reducida ya que estaba muy alterada y opuso resistencia. Una vez detenida, fue traslada a un centro sanitario de Vigo, donde quedó internada. El juez decidirá qué pasará ahora con la menor.

Ahora, el teniente intenta regresar a la actividad normal. 'Estoy contento porque todo terminó bien y no le pasó nada a la niña', explica. 'Tengo dos hijos y cuando vives situaciones como esta no puedes menos que pensar en ellos', asegura con una sonrisa y recuperado de un maratón en el que lo que estaba en juego era la vida de una bebé.

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