La empresa pide perdón en Facebook y la Xunta abre expediente por delito ecológico
Mientras la Xunta de Galicia abría un expediente por delito ecológico, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, confirmaba ayer lunes, que los parámetros del 'ph' del agua del río Tea "tienden a la normalidad" tras el vertido de sosa cáustica (hidróxido de sodio), del pasado viernes, e indicaba que entre sus competencias está evaluar la calidad de las aguas pero no daños colaterales como la mortandad de los peces. Desde la Confederación también confirman que se están tomando muestras para poder tipificar el vertido, y que por parte de la Estación de Control de Ponteareas, continúan realizándose pruebas puntuales y se están evaluando los daños para redactar el informe correspondiente.
Y en lo que atañe al trabajador de Aguas de Mondariz, como presunto responsable del vertido de unos 3000 kilos de sosa cáustica al cauce del río Tea, ya prestó declaración ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, Seprona. J.E.L.R., y ha sido imputado por un presunto delito ecológico que provocó la muerte de media tonelada de peces de distintas especies (trucha, salmón, escalo, anguila y cría de lamprea).
Precisamente mientras este trabajador de Aguas de Mondariz prestaba testimonio ante los encargados de la investigación, el director de la planta embotelladora, Alberto Cabadas, en declaraciones a Europa Press, indicaba "que por ahora" no podía dar más información al respecto.
También ayer, en las redes sociales, la empresa, "profundamente dolida por el vertido accidental" pedía públicamente "disculpas", dejaba constancia expresa de "su pesar" por lo ocurrido, manifestaba su compromiso para adoptar todas las medidas necesarias "que eviten accidentes similares" y "agradecía" el trabajo y colaboración de todas las personas e instituciones que ayudaron durante todo el fin de semana en la pronta recuperación del río.
El alcalde de Mondariz, Julio Alén, ya informaba el sábado a este diario, que el vertido había afectado a más de dos kilómetros del río Tea, afluente del Miño con un cauce que alcanza unos 50 kilómetros de longitud.
Río abajo, en Ponteareas, a unos 10 kilómetros de donde se produjo el vertido, se ordenó el cierre de las playas fluviales por precaución, tras conocer que la sustancia contaminante era sosa cáustica.
