El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha reconocido hoy las dificultades económicas del Gobierno gallego durante este último cuatrimestre del año, con 'tensiones de tesorería' que afectan sobre todo al pago a las empresas que hacen infraestructuras públicas, si bien insistió en que hará frente a todos sus compromisos.
'Es verdad, la Xunta en el último cuatrimestre de este año está teniendo tensiones de tesorería y estamos priorizando los gastos sociales y los de personal, en perjuicio de las empresas que están haciendo infraestructuras públicas', ha afirmado durante un coloquio de economía del Foro Correo Gallego en Santiago.
En todo caso, ha asegurado que la Xunta tiene solvencia y 'pagará todas las obligaciones que tiene contraídas' y lanzó un 'mensaje de tranquilidad' en este sentido. A su juicio, este retraso en el pago es noticia en Galicia 'porque empieza a suceder' mientras que en otras comunidades ya se produce hace tiempo.
Además, ha garantizado que cuando acabe la legislatura, él no va a dejar a la Xunta 'en situación de bonos patrióticos', en referencia a la emisión de bonos para captar financiación que ha realizado el Gobierno catalán o el valenciano.
El titular de la Xunta argumentó que 'todos tenemos problemas de liquidez' y señaló que hasta la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Elena Salgado, se ha dado cuenta ya que acaba de decidir adelantar en tres días, al abonar el día 20, los pagos a cuenta del sistema de financiación autonómica correspondientes a diciembre.
En este contexto, Núñez Feijóo considera 'increíble' que se pueda criticar a la Xunta por retrasar el pago a las farmacias, ya que las recetas de noviembre no se abonarán hasta el próximo año.
Ha destacado que se trata de una medida que se adoptó en otros ejercicios y que la Xunta paga en una media de tiempo 'espectacular' de diez días tras la presentación de las facturas farmacéuticas y de menos de 40 días en el resto de los casos.
