La actriz Lindsay Lohan podría haberse 'llevado prestado' a Los Angeles un collar de perlas y unos pendientes valorados en la modesta cantidad de 360.000 dólares. La estadounidense, que estaba en Reino Unido rodando una sesión de fotos para la edición británica de la revista gala Elle en la que llevaba puestas las joyas, está ahora bajo sospecha, según Scotland Yard, tras la misteriosa desaparición de las mismas.
Según ha informado la prensa británica, la actriz Lindsay Lohan se ha llevado las joyas de vuelta a su casa de Los Angeles. La bella estadounidense había estado hace unos días en Reino Unido haciendo una sesión fotográfica para la edición británica de la famosa revista francesa Elle. Para la secuencia a la joven le prestaron unas joyas, un collar de perlas y unos pendientes, todo ello valorado en la escandalosa cantidad de 360.000 dólares.
Según los testigos presentes en el estudio, Lohan preguntó si podía quedarse con las joyas como si se tratase de un regalo, lo que sin duda hizo reír a la asistente, que se lo tomó como una broma. Sin embargo, la guapa veinteañera pareció no entender dicha risa y decidió meter las joyas en su maleta y llevárselas de recuerdo.
Después de haber estado quince días intentando ponerse en contacto con la actriz y fracasando en el intento, el editor de la revista ha optado por alertar a Scotland Yard para ver si la policía británica tiene más éxito que las negociaciones.
NO ES LA PRIMERA VEZ
Por su parte, los altos cargos de la marca Louis Vuitton en Reino Unido, que están llenos furia e incomprensión tras el comportamiento de la caprichosa Lindsay, han decidido no volver a ofrecer sus servicios a la joven de 22 años.
En cualquier caso, esta actitud de Lohan no resulta del todo sorprendente puesto que no es la primera vez que la actriz se ve involucrada en este tipo de delito y de acusación. El año pasado a la estadounidense ya se la llegó a relacionar con la desaparición de un abrigo de visón en un club nocturno neoyorquino.
Según los testigos presentes en el estudio, Lohan preguntó si podía quedarse con las joyas como si se tratase de un regalo, lo que sin duda hizo reír a la asistente, que se lo tomó como una broma. Sin embargo, la guapa veinteañera pareció no entender dicha risa y decidió meter las joyas en su maleta y llevárselas de recuerdo.
Después de haber estado quince días intentando ponerse en contacto con la actriz y fracasando en el intento, el editor de la revista ha optado por alertar a Scotland Yard para ver si la policía británica tiene más éxito que las negociaciones.
NO ES LA PRIMERA VEZ
Por su parte, los altos cargos de la marca Louis Vuitton en Reino Unido, que están llenos furia e incomprensión tras el comportamiento de la caprichosa Lindsay, han decidido no volver a ofrecer sus servicios a la joven de 22 años.
En cualquier caso, esta actitud de Lohan no resulta del todo sorprendente puesto que no es la primera vez que la actriz se ve involucrada en este tipo de delito y de acusación. El año pasado a la estadounidense ya se la llegó a relacionar con la desaparición de un abrigo de visón en un club nocturno neoyorquino.
