Niki Lauda ingresa 1,2 millones de euros por la publicidad de su gorra

Niki Lauda, con su inseparable gorra.
El ex piloto de Fórmula Uno y empresario austríaco Niki Lauda ingresa anualmente 1,2 millones de euros por la publicidad que luce en su inseparable gorra, con la que oculta las quemaduras sufridas en 1976 en un accidente en el circuito del Nürburgring.
‘Cuando empecé ganaba 100.000 euros (140.000 dólares) al año. Ahora son 1,2 millones de euros (1,68 millones de dólares) al año’, revela Lauda, de 60 años, en declaraciones al semanario alemán ‘Die Zeit’.

Comenta que comenzó a llevar la gorra para ocultar sus cicatrices de ‘las miradas curiosas. No quería que la gente viese el ennegrecido y quemado cuero cabelludo o la oreja quemada. Todos querían saber qué pinta tenía debajo (de la gorra). Al final me he acostumbrado a llevarla’.

Igualmente destaca que se esfuerza por ser un agradable copiloto cuando va en el automóvil de otra persona, aunque ‘ello me conduce a un auténtico dilema’.

‘O el piloto conduce muy rápido para demostrarme lo bueno que es o lo hace muy despacio, lo que me vuelve loco. Así que prefiero abstenerme’, explica el tres veces campeón del mundo de Fórmula Uno.

A la hora de definir al piloto perfecto, Lauda señala que ‘conduce de manera fluida. Lo mas irritante es cuando alguien frena ante un semáforo de forma que el vehículo se balancea de adelante hacia atrás’.

‘Cuando observo que un semáforo se pone en rojo, no hace falta acelerar. Esas cosas me irritan. Entonces, cuando voy de copiloto, freno también. Yo mismo no soy agresivo y procuro conducir de manera que mi copiloto vaya a gusto’, comenta Lauda.

En cuanto a la crisis financiera internacional declara que no le enfada la crisis en sí, sino que no ve ‘el análisis correcto de la misma en ninguna parte. Los errores se buscan en todas partes menos en uno mismo. ¿Dónde están los banqueros, dónde están los managers que investigan profundamente lo que han hecho mal?’.

‘Hay una coincidencia entre el deporte y el mundo empresarial: quien sufre una derrota debe estudiar las razones consecuentemente y buscarlas primero en uno mismo’, señala el propietario de la línea aérea ‘Niki’.

Y para explicar esa comparación se refiere a la carrera decisiva que le hizo perder un campeonato del mundo ante el británico James Hunt en 1976.

‘El motivo era sencillo: tenía miedo, simplemente miedo. Se lo comenté al responsable de Ferrari y me dijo inmediatamente 'no hay problema, diremos que fue un fallo de motor'‘, revela Niki Lauda, quien reconoce que se sintió aliviado ante esa solución.

‘Pero luego estaba yo fuera y venían los reporteros. Y supe repentinamente que debía explicar las cosas tal como habían sido. Si empezaba a mentir, algún día me pillarían’, declara finalmente el ex piloto de Fórmula Uno.

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