El restaurante situado en Redondela te llama con el olor de la empanada, el sabor de los chipirones y la presentación de sus platos
Había pasado muchas veces delante de su puerta pero prácticamente ni había reparado en este restaurante, un tanto escondido tras la fuente de Santiago en la plaza que lleva el nombre del Apóstol en Redondela. Hace unos días fui a cenar, movido por la curiosidad. Era un día de semana y, sin embargo estaba lleno. Es verdad que en estas épocas del año los restaurantes se llenan con más facilidad que en otras. Me llamó la atención su larguísima carta con opciones para tapear o afrontar una comida contundente, en función del apetito.
Yo estaba por la labor de lo primero, probar de aquí y de allá, así que éramos dos y pedimos tres raciones para compartir: una empanada de merluza con gambas, unos chipirones encebollados y unos huevos rotos al estilo Casa Mucha. Me llamó la atención la empanada, muy bien hecha, con una masa fina y bien cargada de merluza y gambas.
Los chipirones encebollados me parecieron muy ricos. No era la receta a la que estaba acostumbrado cuando los tomo, pero tanto la elaboración como la presentación me cautivaron. Y los huevos rotos casa Mucha son eso, unos huevos rotos, con gulas. Raciones generosas, platos bien preparados y lo que no es menos importante, unos precios más que razonables. Cenamos por menos de treinta euros.
En resumen, un restaurante acogedor, aunque con mala acústica, lo que lo convierte en algo ruidoso si está muy lleno, con una carta extensa buen trabajo en la cocina, una carta de vinos variada y, al igual que en el caso de la comida, con precios muy contenidos.
Si añadimos un servicio amable y competente, tenemos todos los ingredientes para convertirlo en un restaurante muy recomendable.
