EN PORTADA

Las cestas de Navidad, el regalo que se convirtió motor de la economía

cestas_result

Al igual que la lotería del 22 de diciembre, las cestas de Navidad forman parte de la tradición de las fechas previas a las fiestas. El aguinaldo en especie que entregan muchas empresas a sus trabajadores se ha convertido en un floreciente negocio que factura más de 15.000 millones de euros y genera miles de empleos.

En las dos últimas campañas de Navidad el sector de las cestas y lotes navideños ha crecido un 50 por ciento y está a punto de recuperar los índices de ventas que tenía antes de la crisis. Si lo tomamos como un indicador económico, va por delante incluso de los índices de crecimiento del empleo. Cestas y lotes que van, en la mayoría destinados a obsequiar por parte de las empresas a sus trabajadores. La tradición es tan arraigada que el Tribunal Supremo ha sentenciado que una empresa que absorbió a otra debe seguir manteniendo el aguinaldo a los trabajadores de la absorbida porque constituye un derecho adquirido. Todo un hito del que se felicita la patronal en la que se reunen las empresas que preparan y comercializan estas cestas y lotes. El sector es hoy día uno de los que más peso tiene en el mundo de la alimentación. Factura más de 15.000 millones de euros anuales y se ha convertido en el motor que empuja hacia arriba a sectores como el de los dulces de navidad, los embutidos y jamones, bebidas alcohólicas y delicatesen. Para algunos de ellos, la campaña navideña representa hasta un 70 por ciento del volumen de las ventas anuales y las cestas de empresa les garantizan todos los años una cuota fija de ventas.

Trabajadores, clientes y proveedores son los principales destinatarios de estos regalos. Pero el mundo de las cestas no solo se mueve en ese terreno. También en el más lúdico de los sorteos que organizan asociaciones vecinales, organizaciones no gubernamentales y otras entidades que se alientan la ilusión por llevar para casa una cesta entre los participantes en sus rifas. La crisis, que menguó el número de beneficiarios de estos regalos, alentó la imaginación de otros: bares, tiendas, gasolineras... sobre todo en el ámbito rural, e incluso cadenas de televisión estatales, se han sumado en los últimos años al sorteo de monumentales cestas y lotes de navidad, cada cual más singular y más aparatoso, para atraer con su tamaño y número de productos a una mayor cantidad de participantes que esperan que su rifa coincida con las últimas cifras del gordo de Navidad, que suele ser la mano inocente que otorga el premio.

Te puede interesar