Deportes para conquistar el cielo

FOTOS: XESÚS FARIÑA, ÓSCAR PINAL Y ARCHIVO Desde el Xurés hasta la Serra da Enciña da Lastra; de las Terras de Montes al techo de Galicia en Pena Trevinca, Ourense está rodeada en sus cuatro puntos cardinales por montañas. Y no son las únicas: Macizo Central Ourensán, San Mamede, Serra do Larouco, Montes del Invernadeiro… sus cimas se erigen en entornos de una belleza extraordinaria que ha cautivado al hombre desde hace siglos. Tal vez lo hiciera en el pasado por necesidad o por curiosidad. Hoy, recorrer sus senderos hasta coronar las cumbres se ha convertido en una práctica deportiva y de ocio que cada vez tiene más seguidores. Y a la vez, se ha convertido en una escuela en la que montañeros, alpinistas y escaladores se preparan para retos más ambiciosos fuera de nuestras fronteras. En 1971, hace ya cincuenta años, se fundó en Ourense el Club Alpino Ourensán, punto de inflexión en la historia de los deportes de montaña en la provincia y también en el resto de Galicia. Actualmente cuenta con 350 socios y Mar Pallás es su presidenta. “Somos un club ourensano pero tenemos socios de toda Galicia de ourensanos que se encuentran en otros muchos puntos de España”, comenta Mar. Ella está al frente de una entidad en la que todos los miembros de su directiva son mujeres, algo todavía inusual en nuestro país. El Club Alpino organiza cada año una media de más de cuarenta actividades. “Es un programa organizado por los propios socios que son quienes deciden qué tipo de salidas quieren realizar”. IV Maraton de Escalada Canón do Sil. 10 Setembro 2016 from Club Alpino Ourensán on Vimeo. Con medio siglo de historia a sus espaldas, el club cuenta con una sección infantil que garantiza el relevo generacional. “Los niños son muy exigentes -explica Mar Pallás- a la hora de aceptar una actividad. Caminar por caminar les resulta aburrido y siempre tiene que haber una meta, una cima que coronar o algo que despierte su curiosidad al final del camino. Por eso siempre buscamos que acabe en un bosque, donde pueden conocer las plantas y árboles que lo forman o un lago, en el que poder bañarse”. La presidenta entró en el club en 1986, atraída por el esquí que era su práctica favorita. Ella nos explica, dentro de los deportes de montaña las distintas categorías. “En lo básico, encontraríamos el senderismo, digamos que es en grado a la dificultad el más sencillo de los niveles. El montañismo ya requiere una mayor preparación física, no solo por el grado de dificultad del trazado sino también porque se trata de marchas mucho más largas. Por último, el alpinismo, implica la práctica de distintas técnicas complementarias como la escalada”. Cada una de esas categorías conforma una sección del club que se complementa con otras dos más: espeleología y la sección infantil. Para la práctica de la espeleología, las cuevas de la comarca de Valdeorras constituyen uno de los escenarios cotidianos. Escalada en la Ribeira Sacra. La pandemia mermó mucho las actividades pero poco a poco las van recuperando. Esta semana celebraron la XXIII Semana Audiovisual en la que contaron su experiencia la escaladora Silvia Vidal, ganadora del Piolet de oro este año, la pionera ourensana Susi Iglesias, el médico Iñaki Peña y los hermanos Pou, además de dedicar una de las jornadas a la historia de estos primeros cincuenta años del club, en los que se protagonizaron hitos como la subida al Monte McKinley de 6.194 metros, el más alto de Norteamérica, siendo la primera expedición gallega en coronarlo, o la primera del mundo en coronar el Anayachi en los Andes Bolivianos. La Selva Negra alemana, los Alpes, los Andes, son algunos de los destinos de sus expediciones internacionales. Pero también desarrollan actividades nacionales en Pirineos o, la que tendrá lugar el próximo puente de la Constitución, en el Parque Nacional de Las Batuecas. Expedición del Club Alpino Ourensán a Pirineos el pasado verano. La práctica de los deportes de montaña comenzó en Ourense en la década de 1950 por un grupo de entusiastas de la naturaleza que años después, en 1971 fundaron el Club Alpino Ourensán. No cabe duda de que esa afición prosperó gracias a un escenario en el que las cumbres estás presentes en uno de los territorios de relieve más rico, animando a actividades como el montañismo, el alpinismo, el barranquismo, la escalada… Pero también despegar en busca de vientos propicios para volar en parapente. MIRANDO AL CIELO La montaña constituye un gran reto pero hay quienes decidieron ir más arriba. Roberto Fernández Quintas soñaba desde niño con volar en ala delta, hasta que conoció el parapente. “Es muchísimo mejor”, explica. “El alda delta tiene una estructura rígida y requiere llevarla en la baca de un coche. Necesitas más tiempo para montar y desmontar el equipo. El parapente, en cambio, te cabe en una mochila, es más cómodo de transportar y requiere menos tiempo para preparate para el vuelo y, claro, cuando lo que te gusta es volar, lo que deseas es pasar más tiempo en el aire y menos montando y desmontando”. Instructor de vuelo en “Nómadas del viento”, Roberto elige siempre la Serra do Larouco para realizar la formación de sus alumnos. “Es un lugar estratégico para el vuelo porque tienes muchas orientaciones de viento y otras ventajas adicionales como la ausencia de tendidos eléctricos, no hay casas, si aterrizas lo haces en montes comunales. Es una de las mejores zonas de España.” Campeonato de parapente en la Serra do Larouco. Además de parapentistas gallegos, la Serra do Larouco atrae a muchos practicantes portugueses, a pesar de que no hay una infraestructura específica como puede haber en otras zonas de vuelo, sobre todo en Portugal. “Es difícil convencer a un ayuntamiento para que prepare un poco el terreno, o instale un remonte, porque en la mayoría de los casos consideran que esto de volar en parapente es una actividad de un grupo de locos. No lo consideran un deporte, como el fútbol o el golf”. A pesar de la falta de instalaciones la Serra do Larouco ya se ha convertido en un punto clave en el parapentismo internacional. “De hecho allí se celebra una de las pruebas de la copa del mundo. Ya hubo allí dos o tres pruebas de la copa del mundo en la Serra do Larouco”. Roberto realiza cursos a lo largo de todo el año aunque reconoce que es en la época más cálida, especialmente a partir de primavera, cuando surge más interés. “Sucede como en cualquier otro deporte, que es cuestión de abrigarse más, pero siempre se anima más la gente a partir de la primavera”. Desarrolla sus cursos por niveles, desde la iniciación a los más avanzados. Sobre el tiempo que dura un curso, él no marca un plazo. “A cada persona le lleva su tiempo. Yo me ocupo de que logre la formación adecuada para que pueda volar con seguridad, minimizando al máximo el riesgo de un accidente o de cualquier incidente. Y eso se logra con vuelos en los que cada vez necesita menos indicaciones hasta que es capaz de hacerlo por sí mismo. Dicen que es un deporte de locos, pero lo cierto es que es todo lo contrario. Aquí un loco no duraría ni dos días. Hace falta ser muy sensato y no confiarse nunca. Este no es un deporte de cracks de esos que dicen que han nacido para volar, porque los únicos que nacen para volar son los pájaros. Nosotros no nacemos con el chip del vuelo”. Fuera de su labor de instructor, o de actividades recreativas como los bautismos de vuelo, Roberto se sube a los cielos siempre que puede, incluso en largas distancias en las que a veces le hace compañía un águila, como vemos en la fotografía de la página anterior. COMPETICIÓN Daniel Rizo (Ourense, 1979) comenzó practicando alpinismo y otros deportes de montaña en el Club Alpino Manzaneda y se subió al parapente en 1995. Desde entonces éste es su deporte que practica en las modalidades de balizas y competiciones de distancia. En su palmarés ya hay muchos títulos: subcampeón y campeón de España y campeón de la liga nacional son algunos de ellos. En las pruebas de distancia nos explica que las condiciones determinan la longitud del vuelo. “Necesitas corrientes de aire caliente, eso significa que hay que despegar en torno a la una de la tarde y hacemos vuelos hasta la puesta del Sol. En España el vuelo más largo está en torno a los cuatrocientos kilómetros. En Brasil, en cambio, es fácil superar los cuatrocientos y llegar hasta los 500”. Daniel Rizo, campeón de parapente. El objetivo de Daniel Rizo es llegar en 2022 a los cuatrocientos kilómetros, después de haber logrado alcanzar los 318 en 2021, con un vuelo desde Zarza Capilla, cerca del embalse de La Serena, en Badajoz hasta más allá de Albacete, siguiendo hacia el Este en línea recta. Son vuelos de larga duración a velocidades medias de 40 kilómetros por hora. “Así que en vuelos de nueve horas y media a diez horas pues te pones en trescientos y pico a cuatrocientos kilómetros”. Los éxitos deportivos no son el único logro de Daniel Rizo que ha fundado con otros socios Alfapilot, una empresa desde la que desarrollan navegadores específicos para el parapentismo, tanto el hardware como el software, convirtiendo así a Ourense en uno de los centros de vanguardia tecnológica de este deporte. Sus navegadores se han convertido en la referencia entre los parapentistas de todo el mundo.