La ourensana Paula Fernández Justo se ha ganado el derecho de estar en el calendario "Campións e Galegos" de Coca Cola
Época de cambios para Paula Fernández Justo (Ourense, 1996). Su impecable trayectoria en las categorías de base del tiro olímpico nacional afronta un nuevo reto: el salto a la categoría absoluta. No le fue mal. Subcampeonato gallego en pistola de aire para ella en la prueba que tuvo lugar el pasado octubre en su casa, el Club de Tiro Eiroás. Fuera del ámbito deportivo, traslado a A Coruña para empezar su carrera de Arquitectura. También en ese aspecto progresa adecuadamente.
Fue precisamente en la ciudad herculina donde Fernández acudió a la presentación del calendario "Campións e Galegos" de Coca Cola. Un reconocimiento a su buen hacer gracias a una publicación en la que, desde 2012, aparecen referencias del deporte gallego. "Estoy muy contenta por ello. Sobre todo porque gracias a aparecer en este calendario se reconoce y da visibilidad al deporte que practico y al deporte femenino en general", reconoce la ourensana. A ella le reservaron el mes de noviembre. El mes en el que nació.
Un broche de oro a una campaña que llega a su fin. Eso sí, todavía quedan objetivos atractivos para la ourensana. "Ahora mismo estoy lesionada en una mano. Estamos pendientes de las pruebas, pero creo que no es nada y podré participar en la Copa de España del 1 al 3 de diciembre en Logroño", destaca.
Aunque la deportista sabe que "con el salto de categoría, la dificultad ha aumentado. Ahora el nivel en competición es más elevado".
En tierras riojanas intentará seguir llevando lo más lejos posible el nombre de Ourense. Aunque a veces cueste. Falta poner el tiro local en el panorama nacional. "Está siendo complicado que el tiro olímpico gane terreno. Sí que hay tiradores adultos y con experiencia, pero falta la base que venga por detrás. Por ejemplo, en Lugo, tienen mucha cantera. Están haciendo un gran trabajo. Solo hay que ver sus resultados en las categorías inferiores", afirma Fernández Justo con cierta envidia sana
Afición compartida
A ella su afición le vino casi de cuna. Su padre José Alfonso tiraba, sobre todo como afición, pero también compitiendo. Ella, muy joven, le empezó a acompañar a la galería de tiro. Y no tardó en animarse, demostrando una habilidad innata para el tiro.
Así comenzó todo. Varios años después, podios nacionales, autonómicos y una carrera que aún tiene que escribir varias páginas en su historial.
Por lo de pronto, olvidar esas molestias en la mano y afinar la puntería para la Copa de España. Y por supuesto, colgar el calendario. Que no se olvide.
