“Esta actuación é moi importante para os veciños de Oímbra, debido ao valor emocional que ten para eles”. Así justificó Román Rodríguez, conselleiro de Cultura, Educación, FP e Universidade, la actuación de rehabilitación de la capilla de Santa Ana, en Oímbra. El lugar, muy especial para los vecinos y devotos de Santa Ana, ardió el pasado mes de agosto por un incendio que Ana Villarino, alcaldesa de la localidad, tilda de “intencionado”.
Ante la situación, la Xunta de Galicia - a través del trabajo de la Consellería de Medio Rural y la de Cultura- colaborará con el Concello de Oímbra para reparar los daños provocados por el incendio con 140.000 euros. Así lo anotaron las autoridades en una visita ayer a la capilla. “Ademais dos danos medioambientais e perdas económicas, ás veces tamén temos que lamentar destrozos no noso rico e variado patrimonio cultural por mor dos lumes forestais e a nosa obriga é traballar para recuperalo”, afirmó el conselleiro.
En el marco de este compromiso se pondrá en marcha una actuación centrada en la reparación de las estructuras y de la cubierta de la iglesia, la que volverá a estar en pie para la celebración de su fiesta, el 26 de julio. Se realizarán trabajos de carpintería, albañilería y cantería con el fin de recuperar la imagen de este tempo altomedieval incluido en el Catálogo do Patrimonio Cultural de Galicia.
Localizada al lado de la Vía da Prata, la capilla de Santa Ana pudo ser un eremitorio altomedieval, tal y como se evidencia por su estructura. Con este gran valor, será rehabilitada y desde el Concello confían en empezar las obras en las próximas semanas.
"Este lugar para nós significa esperanza"
La capilla de Santa Ana es un símbolo para los vecinos de todo el concello de Oímbra e incluso para otros de la comarca o Portugal. Es por ello que el 14 de agosto, cuando ardió el lugar, alcaldesa y conselleiro de Medio Rural y Cultura tomaron la decisión de reconstruir la iglesia, “non tanto polo seu valor arquitectónico, senón polo valor sentimental”, explicó ayer Ana Villarino.
Y es que la Santa Ana “é algo que vai moito máis alá do relixioso. Cando nos pasa algo miramos para a capela e sentímonos reconfortados, é como a xente do mar que ten un faro, é unha axuda no día a día”, describió Villarino, quien, como a sus vecinos, lloró al ver la capilla arder.
La regidora recordaba ayer en la visita al lugar como fue la época de incendios en la localidad el pasado verano: “Levabamos un mes durísimo con incendios que arrasaron varias localidades, pero sempre nos quedaba a Santa Ana para non perder a esperanza, pero no momento que ardeu foi como dicir que quedamos sen ela, por iso nos doeu tanto que ardera”. Es por esto por lo que las administraciones no dudaron ni un minuto en trabajar por recuperar este símbolo.
