Los menores desafiaron a la lluvia luciendo sus disfraces en un multitudinario recorrido por el casco urbano verinense
Monterrei
Desfile infantil en Verín
Verín vivió ayer su primer desfile del Entroido con una afluencia masiva de público en las calles. Los protagonistas fueron los escolares de la comarca, que dejaron de sobras demostrado, a tenor de sus disfraces, que no les falta imaginación para proteger y conservar la fiesta durante muchos años. El único problema, la lluvia que deslució su paso por las avenidas Diputación, Luis Espada, calle Lisa y Plaza Mayor. El concejal de Festejos, Víctor Manuel Baladrón, llamó a cada uno de los colegios a primera hora de la mañana planteando la posibilidad de suspender el desfile dada el agua caída durante buena parte de la mañana, pero en ninguno de los centros educativos se habían planteado esta posibilidad: los menores estaban disfrazos, llenos de ilusión y tenían que desfilar.
El desfile comenzó sobre las 12.000 horas en la avenida de Cabreiroá. Las nubes amenazaban con descargar agua, pero se aguantaron y permitieron que los niños lucieran sus variopintos disfraces. "Fue uno de los desfiles con más participación y vistoso de los últimos años", afirmaba Víctor Manuel Baladrón, recalcando que recorrieron las calles 1.800 escolares de los colegios de la comarca.
La Policía Local cortó el trafico en el centro de la villa, al tiempo que 100 efectivos de seguridad se encargaban de proteger a los menores y a sus profesores.
