El gobierno municipal quiere anular el contrato y pidió un informe al Consello Consultivo de Galicia
La empresa concesionaria de la instalación de los radares en Verín acaba de requerirle formalmente al Concello mediante un burofax que inicie la instalación eléctrica para la colocación de los mismos. Así lo confirmó ayer el primer edil de la Corporación, Gerardo Seoane, quien añadió además que las negociaciones que inicialmente se habían establecido para llegar a un acuerdo pactado de resolución de la concesión "no avanzan por las excesivas pretensiones económicas de la concesionaria", que se aproximan a los 600.000 euros.
En su día, el Concello anunció su firme intención de no llevar a ejecución la concesión otorgada por el anterior equipo de gobierno, al considerarla "meramente recaudatoria". Inició entonces una serie de conversaciones con la adjudicataria, la mercantil coruñesa Veicar, con el ánimo de acordar una salida pactada y poco gravosa para las arcas municipales.
Sin embargo, las pretensiones económicas de ésta última hacen por el momento inviable alcanzar un pacto amistoso, de ahí que el Concello de Verín haya solicitado "un informe al Consello Consultivo de Contas del procedimiento iniciado por la anterior Corporación, del que nosotros creemos que no está debidamente justificada la suficiencia económica del mismo", dice el alcalde. Pretende así el regidor anular el proceso que acabó otorgándole el contrato a la compañía ahora reclamante.
