La obra, que busca evitar vertidos, incluye dos tanques de decantación

Verín renovará la red de saneamiento de Pazos

El polígono industrial de Pazos, al que llegan las aguas residuales de cuatro pueblos de Monterrei. (Foto: MARCOS ATRIO)
El Concello de Verín renovará todas las tuberías de la red de saneamiento cercanas al Támega, entre el polígono empresarial de Pazos y la localidad de Queizás, para evitar los sucesivos vertidos de aguas residuales sin tratar al cauce del río.
El proyecto contempla la construcción de dos tanques de decantación para evitar una sobre carga de aguas fecales en las tuberías y en la propia estación depuradora verinense, situada en una margen del río en el límite con el municipio de Oímbra.

Los trabajos requieren una partida de 800.000 euros, que serán financiados con fondos comunitarios a través de la Agencia Gallega de Desarrollo Rural (Agader) y Aguas de Galicia. El proyecto será dado a conocer hoy por el propio conselleiro de Medio Ambiente e Infraestructuras, Agustín Hernández, en el transcurso de una visita a Verín para presentar el plan de urbanismo, recientemente aprobado de forma definitiva por su departamento.

La renovación de las tuberías del saneamiento es 'necesaria', según el alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán, para evitar la contaminación en el cauce del río, lo que provoca continuas sanciones por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero.

Los vertidos se producen, en el caso de la margen derecha del río Támega, al no tener las tuberías capacidad (el diámetro es muy estrecho, 20 centímetros) para absorber todo el caudal de aguas residuales que llegan desde las localidades de Albarellos, Vilaza, Guimarei e Infesta (Monterrei), a las que se suman las que generan las propias empresas del espacio industrial, donde está situado el matadero.

El aumento del volumen del caudal provoca continuos 'reventones' y que se desborde un colector, vertiendo directamente al río.

El alcalde de Monterrei, José Luis Suárez Conde, reconoce que la actual red de saneamiento se 'hizo mal, las tuberías son demasiado estrechas y, si no se cambian, no hay forma de evitar las filtraciones', apuntó.

En la margen izquierda del río Támega, los vertidos se registran a la altura de Queizás, al desbordarse también un colector a causa del excesivo caudal que llega desde el casco urbano de Verín.

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