Los enfrentamientos dejaron al menos nueve muertos y cientos de heridos, entre ellos, un español

El aniversario de la revolución de Egipto se tiñe de violencia

Manifestantes se enfrentan a las fuerzas de seguridad en una protesta en el aniversario de la revolución. (Foto: STR)
El segundo aniversario de la revolución egipcia estuvo marcado por los enfrentamientos que tuvieron lugar entre los manifestantes que protestaron ayer contra el Gobierno de Mursi, y las fuerzas de seguridad egipcias.
Los enfrentamientos, que se extendieron a varias ciudades del país, dejaron al menos 380 heridos y nueve manifestantes muertos en la ciudad portuaria de Suez en los choques con la policía en los alrededores de la sede del gobierno municipal, según informó el diario estatal 'Al Ahram'.

El jefe del sindicato de médicos local, Mohamed Salama, indicó que sufrían heridas de munición real y perdigones. Hay además docenas de heridos con lesiones de gravedad en la cara y el pecho, ha agregado.

Por su parte, en un comunicado oficial, el ministerio señaló que la mayoría de heridos se registraron en la provincia de Alejandría, con 61 trasladados a hospitales, seguida por El Cairo, donde 32 personas fueron ingresadas. Entre estos heridos se encuentra un estudiante español, según explicaron fuentes diplomáticas, que agregaron que el joven sufrió una pedrada en el ojo en los alrededores de la plaza Tahrir y será operado de urgencia por un especialista.

Durante toda la jornada, los manifestantes marcharon por la ciudad de El Cairo. Tres de esas marchas tenían como punto de encuentro la plaza Tahrir, mientras que otras cuatro tenían previsto confluir delante del palacio presidencial para protestar contra el partido político de los Hermanos Musulmanes, al que pertenece el presidente del país, Mohamed Mursi.

La afluencia alrededor del palacio presidencial fue mayor de lo que se esperaba, y algunos de los manifestantes trataron de cruzar la alambrada de espino que lo rodeaba. Al comprobar el intento por parte de los civiles de acercarse más al edificio, la Policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, algunos de los cuales arrancaron adoquines para lanzárselos a los policías.

Tras conocer los preocupantes datos de las manifestaciones, y pese a que se esperaba que hubiera incidentes, el Ministerio del Interior lanzó una advertencia a través de su cuenta en Facebook. 'Queridos revolucionarios, tenéis el derecho a manifestaros y no habrá hostilidad entre vosotros y nosotros siempre y cuando os abstengáis de cualquier sabotaje o ataque contra establecimientos policiales', agregó.

Las protestas fueron convocadas por distintos grupos de la oposición para mostrar su rechazo a Hermanos Musulmanes y a la Constitución recientemente aprobada en referéndum y para criticar que las autoridades no estén cumpliendo los objetivos de la revolución, entre ellos avanzar hacia la justicia social y juzgar y condenar a los responsables de las muertes de manifestantes durante la revolución.

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