La tranquilidad volvió ayer a las ciudades argentinas después de que el gobierno lograra controlar los saqueos registrados durante los últimos dos días en todo el país y que dejaron un saldo de dos muertos y más de 500 detenidos, aunque algunos comerciantes decidieron mantener sus negocios cerrados por temor a nuevos actos vandálicos, informaron fuentes oficiales.
'La situación esta mañana -por ayer- es de tranquilidad. La noche, que era fundamental para recuperarla, pasó sin violencia', declaró a los medios Fernando Asegurado, secretario de Gobierno de Rosario (localidad a 300 kilómetros de Buenos Aires), donde dos personas murieron, otras dos resultaron heridas, entre ellas varios policías, y 137 fueron detenidas, con el secuestro de armas fuego y vehículos con mercadería robada a supermercados de empresarios chinos.
Los saqueos a tiendas y supermercados que comenzaron el jueves en la ciudad de Bariloche se expandieron luego hacia todo el país y se replicaron en Rosario, la zona metropolitana de Buenos Aires, Tucumán, Misiones, Córdoba, Chaco y Santa Fe. Tan sólo en la provincia de Buenos Aires el gobierno reportó la detención de 375 personas que la víspera trataron de ingresar en grupo en diferentes supermercados y que, al ser repelidos por la Policía, comenzaron batallas con palos y piedras.
'En las últimas horas hubo una acción coordinada con los refuerzos de cuerpos especiales de la policía, y si bien muchos propietarios de negocios no ocultaban la preocupación por eventuales hechos de violencia, no ocurrió nada', añadió Asegurado, quien explicó que los detenidos pasaron a disposición judicial y algunos serán acusados de robo calificado.
El temor a nuevos asaltos llevó a algunos comerciantes rosarinos a pasar la noche en sus negocios y a mantener las persianas bajadas por la mañana. La calma también regresó al conurbano bonaerense, donde este viernes se registraron numerosos saqueos y destrozos de comercios y supermercados.
El gobernador de la localidad bonaerense, Daniel Scioli, condenó los 'desmadres' y reclamó que 'se aplique el rigor de la ley para quienes estaban robando con armas, no salgan'.
El Gobierno nacional acusó este viernes a los sindicalistas opositores de estar detrás de los 'robos organizados y que corresponden a cuestiones políticas' cuando se cumplen once años de las violentas protestas sociales, que incluyeron saqueos y que terminaron con la caída del Gobierno del entonces presidente, Fernando de la Rúa, en diciembre de 2001.
En este sentido, el jefe del sindicato de camioneros, Hugo Moyano, rechazó las acusaciones del Gobierno y aseguró que acudirá a la Justicia.
'Si tienen pruebas y agallas, que nos detengan', manifestó Moyano, quien añadió que presentará una denuncia ante la Justicia 'para que estos lenguaraces de una vez por todas callen la bocaza y no digan esas estupideces'.
Los saqueos a tiendas y supermercados que comenzaron el jueves en la ciudad de Bariloche se expandieron luego hacia todo el país y se replicaron en Rosario, la zona metropolitana de Buenos Aires, Tucumán, Misiones, Córdoba, Chaco y Santa Fe. Tan sólo en la provincia de Buenos Aires el gobierno reportó la detención de 375 personas que la víspera trataron de ingresar en grupo en diferentes supermercados y que, al ser repelidos por la Policía, comenzaron batallas con palos y piedras.
'En las últimas horas hubo una acción coordinada con los refuerzos de cuerpos especiales de la policía, y si bien muchos propietarios de negocios no ocultaban la preocupación por eventuales hechos de violencia, no ocurrió nada', añadió Asegurado, quien explicó que los detenidos pasaron a disposición judicial y algunos serán acusados de robo calificado.
El temor a nuevos asaltos llevó a algunos comerciantes rosarinos a pasar la noche en sus negocios y a mantener las persianas bajadas por la mañana. La calma también regresó al conurbano bonaerense, donde este viernes se registraron numerosos saqueos y destrozos de comercios y supermercados.
El gobernador de la localidad bonaerense, Daniel Scioli, condenó los 'desmadres' y reclamó que 'se aplique el rigor de la ley para quienes estaban robando con armas, no salgan'.
El Gobierno nacional acusó este viernes a los sindicalistas opositores de estar detrás de los 'robos organizados y que corresponden a cuestiones políticas' cuando se cumplen once años de las violentas protestas sociales, que incluyeron saqueos y que terminaron con la caída del Gobierno del entonces presidente, Fernando de la Rúa, en diciembre de 2001.
En este sentido, el jefe del sindicato de camioneros, Hugo Moyano, rechazó las acusaciones del Gobierno y aseguró que acudirá a la Justicia.
'Si tienen pruebas y agallas, que nos detengan', manifestó Moyano, quien añadió que presentará una denuncia ante la Justicia 'para que estos lenguaraces de una vez por todas callen la bocaza y no digan esas estupideces'.
