El Constitucional disuelve el Parlamento en Egipto días antes de las presidenciales

La Junta Militar egipcia confirmó ayer que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales se celebrará los próximos 16 y 17 de junio, como estaba previsto, pese a que pocas horas antes el Tribunal Constitucional anulara la composición de la Cámara Baja del Parlamento y declarara inconstitucional la Ley de Aislamiento Político, que habría impedido al ex primer ministro Ahmed Shafiq aspirar a la Presidencia en los comicios.
La sentencia deja al país tal como lo dejó la revolución que acabó con Hosni Mubarak hace 16 meses: sin presidente, sin parlamento y sin constitución. La Junta Militar anunció inmediatamente que recupera el poder legislativo, que había transferido al Parlamento tras su formación en enero.

El Constitucional resolvió hoy que las elecciones legislativas del pasado invierno fueron inconstitucionales, por lo que el Parlamento resultante quedaba invalidado. Una tercera parte de los diputados elegidos en la Cámara Baja (166) consiguieron su escaño en listas individuales abiertas, pero el Constitucional consideró que estos vulneraron la ley electoral, ya que muchos concurrieron representando a partidos políticos y no de forma independiente.

Sin embargo, pese a las acusaciones abiertas de 'golpe de Estado' formuladas por los principales líderes políticos, la reacción en la calle no fue tan airada de inmediato como algunos habían pronosticado.

Egipto parece más bien contener el aliento ante la cercanía de las elecciones presidenciales, donde los egipcios deberán elegir entre Shafiq, último primer ministro de Mubarak y visto por muchos como un resabio del antiguo régimen, y el islamista Mohamed Mursi, el candidato de los Hermanos Musulmanes.

La limpieza y la poco probable transparencia de las elecciones de este fin de semana dictarán sentencia sobre las sospechas que se ciernen sobre la Junta Militar, acusada de pretender la victoria de Shafiq y de borrar de un plumazo a los Hermanos Musulmanes.

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