El recién concluido mes de agosto fue el más mortífero para las tropas estadounidenses desplegadas en Afganistán desde el inicio de la invasión del país, en 2001, con un total de 67 soldados muertos, según datos del portal independiente icasualties.
La cifra de víctimas incluye los treinta militares fallecidos por el derribo de un helicóptero Chinook el pasado 6 de agosto en la provincia central afgana de Wardak, considerado el ataque más sangriento contra las tropas de EEUU desde 2001. En total, las fuerzas de la OTAN en el país, de las que unos dos tercios son de procedencia estadounidense, sufrieron el pasado mes de agosto un total de 83 bajas mortales, aunque el balance del año ha mejorado respecto a 2010.
Entre enero y agosto de este año murieron en Afganistán 490 soldados extranjeros (321 de EEUU), frente a los 418 fallecidos (306) durante el mismo período de 2010.
Hasta ahora, el mes más sangriento para las tropas de EEUU en Afganistán había sido julio de 2010, cuando murieron 65 militares de ese país, según los datos de icasualties.org.
Los talibanes continúan teniendo una notable presencia en amplias zonas del país, y en los últimos tres años han incrementado sus acciones para lograr la retirada de las tropas extranjeras e implantar un régimen integrista islámico.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el pasado mes de junio que su país retiraría 10.000 soldados de Afganistán este año y otros 23.000 hasta el verano del año que viene.
Por otra parte, ocho talibanes murieron ayer y otros cuatro resultaron heridos en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, después de que un artefacto explosivo que tenían en su poder se detonara de forma inesperada.
El suceso ocurrió en el interior de una fábrica clandestina que los insurgentes empleaban para la elaboración de bombas en la localidad de Mandozi, en el distrito de Maiwand. El portavoz del gobernador regional, Zalmay Ayubi, confirmó el número de víctimas, aunque no entró en detalles.
Entre enero y agosto de este año murieron en Afganistán 490 soldados extranjeros (321 de EEUU), frente a los 418 fallecidos (306) durante el mismo período de 2010.
Hasta ahora, el mes más sangriento para las tropas de EEUU en Afganistán había sido julio de 2010, cuando murieron 65 militares de ese país, según los datos de icasualties.org.
Los talibanes continúan teniendo una notable presencia en amplias zonas del país, y en los últimos tres años han incrementado sus acciones para lograr la retirada de las tropas extranjeras e implantar un régimen integrista islámico.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el pasado mes de junio que su país retiraría 10.000 soldados de Afganistán este año y otros 23.000 hasta el verano del año que viene.
Por otra parte, ocho talibanes murieron ayer y otros cuatro resultaron heridos en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, después de que un artefacto explosivo que tenían en su poder se detonara de forma inesperada.
El suceso ocurrió en el interior de una fábrica clandestina que los insurgentes empleaban para la elaboración de bombas en la localidad de Mandozi, en el distrito de Maiwand. El portavoz del gobernador regional, Zalmay Ayubi, confirmó el número de víctimas, aunque no entró en detalles.
