El potente huracán 'Félix' golpeaba el martes la costa de Nicaragua, arrasando un pueblo entero con sus vientos y torrenciales lluvias que derribaban todo a su paso, mientras amenazaba también a Honduras y Guatemala con deslizamientos de tierra.
Como una tormenta potencialmente catastrófica de categoría 5, la máxima en la escala Saffir Simpson, 'Félix' tocó tierra a las 6.00 hora local -14 horas en España- muy cerca de Punta Gorda y al noroeste de Puerto Cabezas pero se debilitó luego a categoría 3, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
"La situación es muy caótica. Puerto Cabezas está quedando totalmente destruida", dijo Antonio Joya, delegado del Gobierno de la zona en Defensa Civil. "Estoy seguro de que va a ser un desastre total", agregó. Brooklyn Rivera, un diputado miskito, la población indígena mayoritaria en la zona, dijo que dos personas habían muerto, aunque esto no fue confirmado por Defensa Civil.
'Félix' llegó a la costa con vientos cercanos a 260 kilómetros por hora -kph- que bajaron a 195 kph una vez que entró en tierra, donde castigaba pueblos pesqueros de casas humildes de madera habitados en su mayoría por miskitos, cerca de la frontera con Honduras. En Puerto Cabezas, la iglesia del pueblo ya se había derrumbado por los vientos y las lluvias, según las radios locales.
El Centro de Huracanes de Estados Unidos dijo que había riesgo de inundaciones en toda la región y que el centro del huracán se ubicaba 65 kilómetros al oeste-noroeste de Puerto Cabezas a las 9.00 hora local (17 horas en España).
Las ambulancias y los camiones de bomberos pasaban entre los postes de alumbrado público y cables regados por el suelo con sus sirenas imponiéndose sobre el ulular de los vientos. En las pocas escuelas improvisadas como refugios, miles de personas hacinadas descansaban. Otros pobladores, desafiando a los vientos, intentaban reforzar sus techos con piedras o clavando las láminas de madera.
