Jefe policial ruso desmiente acusaciones de amenazas a periodista opositor

El jefe del Comité de Instrucción (CI) de Rusia, Alexandr Bastrikin, desmintió hoy las acusaciones sobre amenazas de muerte que habría proferido contra un periodista del bisemanario opositor ruso 'Nóvaya Gazeta', informó hoy el diario 'Izvéstiya'.
'En mi vida pude imaginarme que los periodistas y la redacción de 'Nóvaya Gazeta' llegarían a mentir directamente', dijo Bastrikin en una entrevista a 'Izvéstiya'.

Negó rotundamente haber llevado, junto a sus guardaespaldas, al periodista Serguéi Sokolov a un bosque para amenazarle de muerte, tal como denunció la víspera el director de 'Nóvaya Gazeta', Dmitri Murátov, en una carta abierta a Bastrikin.

'Ni recuerdo la última vez que estuve en un bosque. Mi trabajo es tan ajetreado que ni tengo tiempo para dar paseos al aire libre', dijo.

Con todo, no negó haberse excedido durante una rueda de prensa en la ciudad caucasiana de Nálchik, de la que expulsó con insultos al periodista por sus fuertes críticas al CI.

El incidente tuvo lugar poco antes de que se produjeran las supuestas amenazas al periodista.

'¿Por qué Bastrikin tardó veinticuatro horas en responder a la carta de Murátov? ¿Por qué informaron a (el presidente ruso Vladímir) Putin? Es muy raro y poco convincente', dijo a Efe Nadezhda Prosenkova, portavoz de 'Nóvaya Gazeta', al comentar las declaraciones de Bastrikin.

Prosenkova dijo estar segura de que si la bronca durante la rueda de prensa en Nálchik no la hubieran presenciado otros periodistas Bastrikin habría negado el conflicto.

La publicación prefiere arreglar el asunto por dos motivos: 'la seguridad de nuestros periodistas y las investigaciones pendientes', de los asesinatos de varios periodistas de la opositora 'Nóvaya Gazeta', entre ellos, Anna Politkóvskaya, manifestó Prosenkova.

Murátov reveló la víspera que Sokolov fue amenazado de muerte tras publicar un artículo en el que acusaba a la policía de dar carpetazo a una matanza en la región sureña de Krasnodar en 2010.

Sokolov criticó con dureza la suave condena -una multa- que recibió uno de los implicados en aquel crimen que se cobró la vida de 12 personas y conmocionó a la sociedad rusa por su brutalidad.

El artículo aludía a la implicación de la policía en los hechos calificados de venganza de un clan mafioso local por la investigación.

Bastrikin vincula el escándalo en su entorno con una ofensiva judicial que él lanzó contra los líderes de la oposición rusa que exige la destitución del presidente Vladímir Putin y la celebración de nuevos comicios legislativos y presidenciales.

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